tú con los rizos oscuros

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 12: 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔

"¿Han notado algo extraño en estos días?" Preguntó Hiori en la mesa durante la cena.

"¿Mh? ¿A qué te refieres? Nanase le dio un mordisco a su comida.

"A veces las luces parpadean, también el agua de la bañera a veces está muy fría, aunque esté humeante".

"Mantengo mi pensamiento original", dijo Igaguri, "este lugar obviamente está embrujado".

"¿Embrujado? ¿Sigues con esa estúpida idea? Raichi puso los ojos en blanco. "¿Por qué estaría embrujado? Este lugar fue construido hace unos meses y nadie ha muerto aquí".

"Tal vez se construyó en un terreno donde alguien murió, por lo que el fantasma que acechaba esa tierra automáticamente comenzó a perseguir a Blue Lock".

—Eso es una mierda...

—Ustedes tienen que estar bromeando —agregó Chigiri—, es una teoría divertida, pero no hay forma de que sea cierta... —Dejó de hablar porque escuchó a Isagi tratando de contener la risa sin poder contenerla.

"¡Amigo, no es gracioso!" Igaguri estaba casi temblando. "Los fantasmas no son una broma, lo sabría, estoy seguro de que el templo de mi familia también está embrujado, tengo experiencia con fantasmas".

"Lo siento, lo siento," Isagi siguió sonriendo, "pero si fueran un fantasma peligroso estoy seguro de que ya habría habido bajas, ¿verdad?"

—Ni siquiera me hagas pensar en ello...

"Realmente no lo creo", dijo Nanase, "pero los fantasmas son geniales, en teoría. De hecho, siento un poco de lástima por ellos".

Isagi inclinó la cabeza. —¿Cómo?

"Debido a que tienen que vagar por el Limbo sin un propósito, eso parece un dolor, creo".

"No creo en los fantasmas en absoluto," añadió Hiori, "no hay forma de que exista nada sobrenatural, y es aún menos probable que estén acechando a Blue Lock. Le echo la culpa de todo a la tecnología, tanto al mal funcionamiento de las luces como a la calefacción del baño".

"Ese es mi pensamiento también," Isagi tomó un sorbo de su té, "no hay forma de que un fantasma esté aquí."

Se obligó a no reírse de la voz de Bachira diciéndole: Eres un mentiroso, idiota.

"Sí, dejemos de pensar en esto", Igaguri negó con la cabeza, ignorando el comentario de Raichi sobre que era un mariquita, "hablemos de, eh... ¡Oh! ¡Apenas falta una semana para el partido! Los envidio mucho, ya que solo soy un suplente, pero realmente espero poder jugar".

—No me hagas hablar de vosotras, perras, no puedo creer que no esté en la formación oficial, ese maldito pedazo de mierda de Ego... —Raichi continuó durante al menos tres minutos, despotricando sobre cómo todos apestaban y que él debería haber estado en el equipo en su lugar. Repitió algunos conceptos más de una vez, pero los demás apenas lo escuchaban. No era la primera vez que se iba con esa diatriba, así que no era realmente importante escucharlo.

Isagi terminó primero y dio las buenas noches a los demás rápidamente, se encerró en la habitación que compartía con Nanase y Hiori, y sonrió felizmente cuando Bachira se hizo visible.

—Como, eso es realmente muy gracioso, porque estoy embrujando este lugar, yo... —se rió como siempre lo hacía, y como siempre el pecho de Isagi se calentó con solo escucharlo.

"Es bastante gracioso, al menos ya no están en esa idea de la enfermedad mental".

"Por supuesto, la gente prefiere creer en fantasmas que en enfermedades mentales".

—Eso no es lo que quise decir...

"Sí, lo sé, solo estoy diciendo".

"Pero, ya sabes, por mucho que no lo esperara cuando lo mencionaron durante la primera selección, han sido bastante comprensivos, creo, así que no diría que no creen en eso".

"Eso también fue una sorpresa para mí, estos chicos son geniales, yo..."

—¿Mh?

Bachira negó con la cabeza. "Nada, no te preocupes. Por cierto, deberías dormir un poco, estoy seguro de que estos días de entrenamiento intenso te han pasado factura".

"Eso es cierto, pero estamos hablando, puedo dormir más tarde".

"¡Tengo una idea!" Bachira sonrió, parecía tan alegre que Isagi no podía dejar de mirarlo. Bachira era tan fascinante, era simplemente...

Hermoso, era muy hermoso, cariñoso, divertido y querido por Isagi, que a veces quería simplemente...

Bien, no pensemos en eso.

No, pensemos en eso.

Sucedió unos días antes, Bachira y él estaban hablando, cuando Isagi de repente tuvo un pensamiento repentino de quiero besarlo. Eso lo hizo sonrojarse tanto que Bachira le preguntó si tenía fiebre, e Isagi solo negó con la cabeza para que desapareciera. Desde ese momento (pero tal vez todo comenzó antes y se quedó en el rincón más lejano de su mente) Isagi había... desbloqueó una variedad de pensamientos que lo avergonzaron y lo esperanzaron con Bachira. Estaba asustado, claro que sí, porque por mucho que... Le gustaba, como amigo, como persona, como tal vez algo más, estaba muy, muy seguro de que Bachira no le correspondía. Para ser completamente honesto, era casi como si Isagi no se viera a sí mismo como... Digno de eso: después de la forma en que lo había molestado, sentía como si ni siquiera pudiera pensar en querer algo con él. Tenía miedo, miedo de volver a hacerle daño, porque, bueno, pasó una vez, ¿no? Eso lo había empujado a una espiral de dudas de la que el propio Bachira lo sacó, con sus consuelos y sonrisas y simplemente, siendo él mismo.

Mirando hacia atrás ahora, Isagi entendió que no era solo algo reciente, desde que lo había conocido, se había preocupado profundamente por él. También era cierto que no sabía muy bien cómo se sentía el amor romántico, solo sabía que si tuviera que describirlo, describiría lo que Bachira le hacía sentir.

Poético, tal vez, lo que sea.

Isagi pudo volver al momento presente cuando Bachira comenzó a agitar su mano frente a su cara. "Tierra a Isagi, ¿de acuerdo?"

Él asintió. "Lo soy, ¿cuál fue tu idea?"

Bachira básicamente se iluminó (en contraste con la habitación, que se oscureció repentinamente, antes de volver a iluminarse). "¡¡Tú duermes y yo me acuesto a tu lado!! No visible, por supuesto, ¡pero sí!"

¿Por qué? Quería preguntar, pero también estaba demasiado contento con eso como para preguntarle al respecto. "¡Claro!"

Bachira sonrió. Flotó hasta la cama y se acostó (no realmente, dado que todavía estaba flotando). Isagi hizo lo mismo, y eso...

Dios, eso se sintió tan increíble, se giró para mirarlo, y Bachira lo miraba con su sonrisa habitual y sorprendente, las luces parpadearon un par de veces y vio a Bachira sonrojarse (¿tal vez? Estaba en blanco y negro, por lo que Isagi no estaba seguro).

—Buenas noches, Bachira —susurró—, gracias.

"¡Buenas noches! ¡¡Dulces sueños!!"

Cuando Isagi se despertó en medio de la noche para ir al baño, Bachira ya no era visible, pero podía sentir su frío roce contra su brazo, y eso fue suficiente para hacerlo sonreír de nuevo.

—Me alegro de haberte conocido —susurró a la nada que veía, no era algo que nunca le hubiera dicho, pero no tenía el valor de decir nada más. Escuchó su respuesta resonar en su mente y no pudo contener su sonrisa, lo habría besado allí mismo, si hubiera tenido la oportunidad:

"Me alegro de haberte conocido a ti también".

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