𝐂𝐨𝐦𝐩𝐚𝐬𝐢𝐨́𝐧 ~Cinderella x Sukuna~

💥 Cap: 3

Hace mucho que no viajaba, o mejor dicho, ya no rondaba mucho por el mundo humano, solo matar y matar, claro... es jodidamente satisfactorio ver sufrir a la gente, ver como estos, desde arriba se ven como las malditas hormigas que son, como es que tratan de huir de su destino, el cual, ya está escrito, gracias a mi.

Pero en cierta parte.. me siento vacío, quiero más diversión, quiero algo con que entretenerme.

¿Qué tal se vería desde abajo?

O simular ser uno de ellos, aunque claro, mi mitad humano me ayudaría.

Ya he visto miles de cosas gracias a mis años de vida, pero como esto... me dan asco... como es que hay más clase social que nada... Se dividen en reinos, y tales reinos están divididos por líneas imaginarias.

Y para que? Para que dentro de estos también estén divididos y haya muertes más muertes... Ya recordé porque los elimino - este ríe sin freno - Para que después piensen que fue producto de otro rey o lo que sea - detiene su risa y sale de un callejón - Estúpidos humanos... - choca contra una chica -

Lo siento mucho, señor-.. - una chica de cabello del color del oro, ojos azules como un mismo diamante lo observan -

Que asco, una tonta humana me ha tocado-.. - piensa para el mismo - ¿Me ha dicho señor? - muestra una cara de indignado - ¿Señor? No estoy tan decrépito como todos ustedes tonta humana - sigue su camino, sin dirección alguna de hecho -

- observa a su alrededor aún caminando - Que extraño, es la única humana que resalta por este lugar... - piensa -

He vagado por varios lugares y no he visto a nadie como ella, es algo extraño, es como encontrar una maldición de rango especial, aunque claro, no es una maldición, solo un asqueroso bicho en este mundo.

No hay mucho por este lugar, es igual de pobre que en los otros reinos que he visitado.

Sukuna, nombre de esta persona, va de lugar en lugar, siendo observado y en cierta parte, analizado por las personas del lugar.

Cuando llegaba a lugares, como lo son las cantinas, por mera curiosidad, tomaba sin permiso una que otra tarra de las personas de ahí, provocando conflictos.

Cuando salía este del lugar, dejaba todo hecho un caos y una que otra persona muerta...

También cuando llegaba a una de las esquinas, donde se encontraban mujeres haciendo su trabajo, Sukuna evitaba cualquier contacto con los humanos, le daba repulsión que lo tocasen y si llegaban a tocarlo...

Habían pasado las horas caminando y caminando hasta que llegó a una gran casa, un poco cerca del bosque, se veía muy acogedora, aunque él no necesitase descansar, le gusta las cosas algo refinadas.

Fue entonces que entró, se asqueó al ver mucha gente en un solo lugar pero...

Muy buenas noches y bienvenido, puede pasar - observa que es nuevamente la chica del cabello de oro -

¿Otra vez esta chica? - observa el lugar  y piensa para sí mismo - Ya entiendo, con que es la sirvienta de este lugar - empieza a rondar por el lugar - es bastante amplio para que ella pueda solita.

En cierta parte los humanos son algo... no se como explicarlo, como pueden llegar a construir algo así... me agrada... - llega a un lugar donde hay comida, de colores resaltantes - retiro lo dicho... - comenta pero ante la curiosidad toma una rebanada de pastel con su dedo índice, y lo observa con mayor detenimiento -

Holaa - hablan dos chicas al mismo tiempo -

¿Cómo es que te llamas apuesto hombre? - comenta una -