CAPITULO 4

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PENELOPE FEATHERINGTON

"Qué alegría un nuevo día "

Un nuevo día de mierda, no llegué a dormir lo suficiente, fui  levantada a las seis de la mañana.

"¡¡seis!!"

Mi adorable y fastidiosa hermanita tubo la osadía de interrumpir mis horas de sueño para que le ayudase  en un jodido  proyecto pendiente que ella no realizo.

Obviamente la hice suplicar por mis servicios , y  cobrar algo   extra por levantarme a tales horas de la mañana. ¡Es lo justo!.

1 :30 minutos  - después de ese tiempo me encontraba en lo qué se podía decir, un estado insufrible. Mi humor estaba por el piso, estaba extremadamente iritada, el primero en pagar fue mi despertador, que por cosas de la vida quedo totalmente destrozado.
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- ¿ Eloise viene hoy?

- No lose mamá, tal vez  este ocupada resolviendo la estadía de su hermano - respondí.

Sin decir nada más, se levantó de la mesa, deposito un suave beso en mi frente y antes que cruzará el umbral de la puerta...

-Deberías tomar algo, matarás a alguien si sigues así. - soltó una risita  antes de marcharse.

Bufé.
 
Me levante de la mesa, deje el vaso de jugo en el fregadero y salí hacia la calle para ponerme en marcha a la Universidad.

Mientras caminaba no pude evitar sentirme un tanto perdida en los recuerdos. Recapitulando toda mi historia, exactamente mi adolescencia.

Llegando ala Uni. Entre rápidamente para perderme entre la multitud de chicos y chicas que se encontraban en los pasillos. Caminé directamente a mi casillero, tranquilizandome mentalmente , abrí el casillero y saque dos libros que necesitaba para la primera clase, pero toda mi  tranquiladad  se fue al caño cuando apareció ella. Cressida Cowper.

- Penelope - su sonrisa era la de una auténtica bruja.

-Cressida

-Me preguntaba, si la señorita Cauper no te asignó a ti, su libro de mexsel? .

¡Oh claro!, con que es eso.

-¡No!¡ - di media vuelta dispuesta a marcharme, pero de un  jalón me volvió al mismo lugar.

-Mm ¿ Y que es esto? - pregunto arrebatandome mi libro.

- ¿ Estas ciega? - murmure ofuscada, claramente tenía un gran título en la portada, ¡Por el amor de Dios!.

- ¿ Qué pasa Penelope?,........
mm dejame adivinar...... ¡Tienes hambre  no comiste lo suficiente ? Lamentablemente solo tengo un jugo dietico ...tu quieres algo con mucha grasita ¿no es así?

¡ Es una víbora!, ¡Ah!... respira Penelope, solo respira.

- Solo devuélvemelo - Dije apuntando el libro - Es importante.

- Es una pena - respondió con una finjida sonrisa de lástima , antes de lanzar el libro.

¡¡Auch!!!

Cressida se marchó con una sonrisa victoriosa, ¡Maldita, perra, estup.........

-¡Tu!!! - un chico totalmente desconocido, venía con mi libro en su mano, dispuesto a matarme.

¡Joder! ¡Joder!

Tenía dos opciones :

1.- Podía quedarme y explicarle como ocurrieron los hechos, terminando con una disculpa.

2.- Esconderme y comprarle un nuevo libro a la señorita Cauper.Es razonable.

Y como la valiente chica que soy, obte por la segunda opción.

Pero antes de llegar siquiera a medio pasillo un pie se interpone en mi camino.

Resumiendo, me encuentro en el piso de rodillas  con un gran dolor en las mismas.
Levanto mi rostro para observar al o la culpable de mi desgracia . Cressida.

¡Voy a matarla!.

-¿ Estas bien?

El mismo chico que segúndos antes venía con cara de un auténtico asesino serial, estaba parado frente a mi con una sonrisa burlona.

Me levante con cuidado,  mis rodillas se sentían muy débiles. Pero no le daría el gusto a nadie más de burlarse de mi.

Nadie más se atrevía a ayudarme, ami alredor solo existían sonrisas hirientes y burlonas.

- ¿ Y eso importa? - respondí a la defensiva.

-¡ Ey, tranquila!.

-  Ya es tarde, ¡dilo lo tengas qué decir y vete!!.

- ¡Calmate niña!

-¡No soy una niña!

-Bien, tranquila - dijo levantando las manos - Solo venia a devolver el libro.

Paso a sostener el libro en su mano, agitandolo para que lo tomará.

Ingenuamente creí en el.

Al momento de tomarlo, simplemente levanto el libro por enzima de su cabeza.

- Antes de disculparte, por supuesto. -  su sonrisa  se ensanchaba  y un brillo malisio adorno su rostro.

- ¡¡ Eres un maldito Idiota!!.

-¡¡ Y tu una retrasada!! - exclamó - ¿ Para ti es normal aventarle un libro a la cabeza de los  demás??.

No respondi. Y di media vuelta para alejarme, no valía la pena  perder la cordura por un idiota, qué ala larga nunca más iba volver a ver.














ERES MÍA PEQUEÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora