2-La torpeza de Miércoles

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Lo sucedido con Tyler marcó un antes y un después en el corazón de Miércoles Addams, quien se negaba en rotundo a amar. Eso era una debilidad, algo inútil pero su mente que siempre se mantuvo firme y fuerte, cuando veía al chico, caía en pensamientos de ambos teniendo citas, de incluso tomarse de la mano o...besarse.

Desde que conoció al muchacho, en alguna noche no podía evitar pensar en él. Su fría actitud se marchaba dejando paso a una más cálida, amistosa e incluso...amorosa. Miraba a Enid en su cama, tumbada y riendo mientras miraba el teléfono. Deseaba tener parte de su personalidad para entablar amistad sin asustar a nadie. Y fue en uno de esos momentos, donde tuvo que admitir que estaba enamorada.

—¿Cómo narices me puedo enamorar o sentir algo así por alguien quien apenas conozco?—pensaba maldiciendo por dentro.

—¿Miércoles?—la voz del chico la regresó a la realidad.

—Estaba...distraída—respondió antes de tomar algo de café.

—Ya veo...¿y qué tal los libros?—ella le estuvo contando que de momento iba bien aunque en ocasiones tenía dificultades para continuar con su novela.

Él asintió con esa sonrisa.

—Tiene que resultar difícil—dijo—pero tienes todo mi apoyo, eres una chica muy talentosa.

—Gracias—terminó diciendo la pelinegra ante su propio asombro.

Recordando el papel con las preguntas, Miércoles torpemente le preguntó sobre él y sus clases, Tn respondió que siempre solían terminar siendo algo aburridas. 

—Lo peor son los idiotas esos que se la pasan molestando al resto—suspiró—a veces me gustaría que alguien les diera una paliza.

Eso encendió una bombilla en la mente de Miércoles.

—¿Te están molestando?—preguntó ella fríamente.

—Un poco—enseñó el brazo, tenía ciertas heridas—pero no es gran cosa.

—¿Los profesores no hacen nada?—él negó con la cabeza.

—Son...unos inútiles y se desentienden de todos.

El joven le estuvo relatando un poco sobre los problemas que le ocasionaban y que en algunos momentos era tan sumamente agotador que había pensado incluso en abandonar el instituto y marcharse de allí.

—Llevo poco tiempo aquí, pero igual me da por marcharme—dijo mirando el pueblo a través de la ventana—recoger y listo, vendría de vez en cuando a ver a mis padres y eso. Pero en ocasiones lo único que pienso es en irme...

Esa frase fue una punzada de dolor para la pelinegra quien abrió los ojos. Le dijo que no debía marcharse.

—¿Por qué?—preguntó él.

—Pues...no hay que rendirse nunca y...dejarse intimidar, y menos por una panda de idiotas—respondió ella algo nerviosa.

—Ya veo...

Estuvieron charlando un rato, Miércoles le dejaría un ejemplar de su libro ya que lo consideraba un buen lector y crítico. Él estaba encantado de ser la primera persona en poder leer esas páginas llenas de misterio, sangre y muerte.

—Bueno, debo irme, un placer hablar contigo—se acercó y le dio un beso en la mejilla.

Ella asintió y se marchó ante la mirada del joven que solamente pudo esbozar una ligera sonrisa por haber estado junto a la pelinegra. Él la consideraba una gran amiga y muy guapa, pensaba que tenía unos ojos que atrapaban a cualquiera, pero no quería decirle nada.

Torpeza de Amor-Miércoles x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora