《𝑺𝒑𝒊𝒅𝒆𝒚𝒑𝒐𝒐𝒍 +18》

🔞Detective 🔞

Sí, exactamente estaba en un bar tan sospechosos que hasta las ratas traficaban queso. A su sensato criterio, valía totalmente la pena vigilar incluso la maceta mas seca y fea de la esquina. Ya saben, es un lugar muy jodido. Él en sí no debería estar ahí, pero tampoco podía entrar con su traje de vigilante, porque, hm, sería un problema.
Lo pensó, y de manera vaga llegó a dos soluciones, o lo matan o se escapan.
El último era peor.

Y en el fondo Peter había luchado miserias para llegar hasta este punto, así que tuvo que hacer dos o tres sacrificios extras para este entonces.
Puesto que su apariencia ya no estaba ayudando. Tampoco es como si pudiera cambiar de cara. Oh no, ¡aunque lo había intentado! Tipo, el maquillaje no fue suyo, ni el tutorial que ocupo para su look encubierto, ni las muy innecesarias horas que se tomo para su delineado y el emparejar la base para ocultar sus dichosas pecas (aunque eso fue un experimento para ver cómo se visualizaba sin ellas) pero, se lo dejaría pasar. Todo por el encajar en sociedad, en el cual, nunca fue bueno, pero HEY, estaba logrando una nueva técnica.
A su nuevamente criterio, no se veía tan mal. Se veía misterioso, resguardado y con estilo. Claro que si, Peter Parker con jodido estilo.

Pero entre tantas emociones que pasaban en su cabeza al ver las expresiones de le gente ajenas viendo su "nuevo yo" y que este "yo" no se viera desigual al ambiente. Aún seguía pendiente de muchas cosas. Los rostros conocidos, el olor de drogas en una de las esquinas, el alcohol disuelto en ellas, los quisquillosos y la música al ritmo de su acelerado corazón. Tiene que estar concentrado, listo para que sus piernas actuen o sus  camaras graben las evidencias necesarias. Pero, aún con todo eso fijo en sus muy experimentados sentidos, aún con toda la atención que estaba tomando, el apuesto extraño de alguna manera logró pasar por alto su ojo vigilante.

—No vendrá.— Dijo suavemente, como miel raspando una cuchara, en voz baja justo al lado de la oreja de Peter.

Este último, gracias a su resistencia, no se inmutó. Lo quiso hacer obviamente, en algún punto esta persona pasó por todos su radares pero no quitó la sensibilidad que su aliento implantó en su sensible oído y que se desplazó a todos sus nervios. Así que lentamente giró la cabeza.
A su lado, de manera algo tarde encontró como el extraño encapuchado se acomodaba, estirándose en toda su altura. La cual era altamente intimidante. (como todos en el bar para dar miedo suponía)

Su rostro estaba cubierto. Su mente no pudo detener la multitud de necesidades que bañaron su cabeza para descubrir de con quién estaba hablando. ¿Algún aliado de un grupo criminal? Pero no tenía marcas de bandas, y no a los tatuajes importantes. Su ropa no tenia colores distintivos, ni una marca especifica, ni joyeria personalizada, tampoco una voz con acento extranjero.
Y sin duda la única pregunta que más le molestaba era:

—¿Cómo sabe que busco a alguien?— Fue una misión secreta. No exageraba cuando mencionó que llevaba mucho tiempo buscando este bar clandestino. Y más que nada que estuviera lleno de las personas que justo necesitaba. ¿Vino solo, de incógnito y ya lo esperaban? ¿Qué  tan concientes eran de él? ¿Lo reconocieron o simplemente eran tantos conocidos que su presencia era muy obvia? Su sentido arácnido no se habia activado cuando cruzó la puerta o cuando vio a los ojos de las personas. (No tanto)

El hombre gigante movio los hombros. La chaqueta que traia puesta no pudo ocultar este hecho. Ni los músculos que se estimaron al unísono.
Joder.
—A quien sea que estés esperando, no vale el tiempo.— Sonriendo más ampliamente; O eso su voz demostró. El extraño apoyó la cabeza contra sus palmas. La capucha aún lo ocultaba.

Peter lo observó lentamente. Recién podía captar la inimaginable cantidad de tipos de alcohol que se traía el tipo. El hedor era desalentador.
Ademas, se veía relajado o intoxicado.
No se sentía en peligro, ni que muchas miradas estuvieran en él.
¿Solo un encuentro accidente?
¿Sus pensamientos se adelantaron?
Le había preguntado que nadie vendría. Posiblemente el hombre aludió con el notable tiempo que llevaba aquí que lo habían dejado plantado.
Que era una especie de presa fácil en un mal momento.
Razón no le faltaba. Había esperado mucho y su maleante aún no llegaba.
Entonces, sus labios temblaron y se los lamió con "culpa"
Alejó el rostro y se centro en la taberna, en la larga mesa llena de marcas de vasos y las astillas sobresalientes. Suspiró decepcionado y con un leve tic de enojo que MJ le había enseñado entre sus clases de actuacion y que le servirían para espantar a presencias molestas confrontó al otro.