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Cuando había empezado a trabajar con Hyunjin nunca se esperó que las cosas fueran tan, pero tan, difíciles. Ese alfa parecía que no conoce ninguna otra palabra que no sea trabajo, pasaba todo el día pegado a esa computadora o en reuniones de la empresa y por ende Félix tenía que acompañarlo.

También lo había tomado como su mucama o quién sabe qué. Pero todos los días a la misma hora pedía el mismo café de la misma cafetería que se encontraba en la parte baja del edificio. Si se lo traía frío, estabas mal. Si lo traía muy cargado, mal. Si tenía muy poca azúcar, mal. Todo estaba mal para ese hombre y eso eran de las cosas que más lo estresaban.

Acaso, ¿este Hwang Hyunjin no tenía vida social y por eso tenía que estar arruinando el día a cualquier persona que se le cruce?

Lo más probable es que sí, por eso mismo ese día le había dejado a Félix un PDF lleno de las tareas que debía hacer para ese día, algunas incluso incluyendo cosas que no tenían nada que ver con su departamento, como “revisar campaña de marketing navideña” él no sabía nada de marketing y faltaban muchos meses para Navidad.

— Félix deja de quejarte, por el amor al cielo. Si no te gusta trabajar con ese tipo, ¡Vete! — Jisung yacía sentado en la cama de Félix quien estaba a su lado hundiéndose en su propia desesperación. Incluso la persona más fuerte del mundo no soportaría una tortura como escuchar a ese omega ondulado quejarse toda la noche.

— ¡Pero Jisung! Yo ya pensé en comprarle una nueva casita a Nari, incluso tal vez en unos meses pueda cambiar de sitio a mi abuela, ese lugar del cementerio no es tan lindo como otros.

— Entonces no dejes el maldito trabajo, pero deja de quejarte. Siento que he estado escuchando alcohólicos anónimos las últimas horas. — ese omega pelirrojo intentaba seguir comiendo su ramen en paz, pero así no era posible. — ¿Sabes? En lo que te deberías preocupar es en la forma de mierda en la que comes, con todo el dinero que ganes cómprate comida de verdad. Entiendo que seas vegetariano, vegano, lo que sea. Pero comer pasta al pesto, arroz, papas y verduras crudas, no es una dieta, uno de estos días te vas a morir.

— ¡Yo claro que como bien! Llevo siendo vegano hace casi siete años, no es por alardear, pero sé lo que hago. — sabía preparar… No solo sabía preparar salsa pesto, también sabía cómo hacer una deliciosa salsa de champiñones y en realidad no mucho más que eso.

— Estás muy delgado, ni el arroz ni la pasta tienen un buen contenido nutricional.

— ¡Yo como bien, te lo juro! Siempre he sido delgado, desde muy pequeño cuando comía carne. — recordaba las innumerables burlas que había recibido de pequeño, porque además de ser omega era muy pequeño para su edad, le costó algunos años de más que la adolescencia hiciera su magia.

— Adelgaza un solo kilo más y te prometo que vengo a tu casa y te obligo a comer una olla de estofado de carne. No me gusta que seas tan irresponsable.

— Bueno, si es carne de soya, o seitán, está bien. Me comería dos de hecho. — sí, había dicho eso solo para molestar a Jisung. Su felicidad no duró mucho porque a los pocos minutos su celular empezó a sonar tan fuerte que no pudo no interrumpir a ambos omegas. — Joder, adivina quién es.

— No, no lo creo. — el omega con aroma a cerezas ya tenía una idea de quien podía ser. — ¿A esta hora? Vamos, contesta y ponlo en parlante para que pueda escuchar. — a Félix no le quedó otra opción que hacer lo pedido.

— Buenas noches, Félix. — esa molesta voz se escuchó a través del celular haciendo que el omega castaño rodara los ojos. — Te llamo porque necesito que termines estos informes para mañana.

Ambos amigos se miraron con incertidumbre, era casi media noche. — Esto es una broma verdad.

— Tu trabajo no es una broma. Cómo te decía necesito esto para mañana. — el menor rápidamente prendió su computadora y abrió el archivo apenas enviado con la esperanza de que sé al algo corto que podría hacer en algunos minutos antes de dormir.

Strings [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora