10

1.1K 105 355
                                    

Los meses eran difíciles de contar, aún más los días. En especial cuando era tan feliz como Hyunjin lo era que ya hace más de 60 días había empezado su relación con su lindo omega. Las cosas iban muy bien en lo que cabía, siempre se supo que ellos de alguna forma u otra eran muy compatibles, así que con el tema de la convivencia todo estaba fenomenal.

Félix era una persona con una personalidad fuerte y estable, alguien extrovertido por naturaleza. A comparación de Hyunjin alguien más tímida que prefería actuar en silencio. Se complementaban mucho, al punto de que parecía que vivían juntos en ese pequeño departamento en el centro de Seúl.

Las cosas con Yeri eran raras, después de ese día, en el cual todo se salió de control nada volvió a ser igual. Ella lo ignoró fríamente por una semana para después pedirle perdón empapada en lágrimas, cosa a la cual él no pudo decir que no. Félix también recibió una disculpa, pero mucho más corta y fría, ni siquiera fue cara a cara, solo fue un mensaje de chat justificando sus acciones con una supuesta borrachera ese día. Y ese omega no era nadie para dudar de ella, no parecía una mala persona ante sus ojos.

Por esa incomodidad que había en su casa todos los días, prefería no volver muy seguido y cederla completamente a esa omega pelirroja, quien parecía ya no hacer problema por absolutamente nada. Cada vez que volvía no se sorprendía nada en encontrarla más y más decorada al gusto de ella, y no le molestaba, después de todo a ella la obligaron a vivir ahí.

Al menos tenía su oficina, decorada con… una planta que Félix regaba porque él siempre se olvidaba, y un péndulo de Newton que al parecer no funcionaba bien, si eso tenía algún sentido. Cómo todos los lunes en la mañana se dispuso a prender su laptop, cómo todos los días tenía cientos de emails en su correo de trabajo, Félix era el que se encargaba de leerlos, pero ese día no estaba ahí.

Claro, sabía que ese omega tenía un problemita severo con su despertador, pero ya era tarde y ni siquiera le había mandado un mensaje. Eran una pareja, pero necesitaban mantener profesionalismo y faltas, así como si nada definitivamente no lo era.

Marco una vez el número de Félix desde el teléfono fijo de su escritorio y como lo supuso no recibió una repuesta. Después llamo con su celular personal y tampoco, eso era raro, pero no algo que no sucediera nunca, a veces Félix decía comportarse como un adolescente inmaduro y dormir hasta la tarde sin dar noticias de vida, así que mandó un solo mensaje y decidió continuar él solo con todo lo que podía.

Más tarde, cuando su estómago rogaba por un poco de alimento, miró la hora, dándose cuenta de que ya había pasado mucho tiempo desde su hora de almuerzo. Salió por un sándwich, lo más rápido de comer, y justo ahí, comiendo una barra grande de chocolate como si eso no contuviera más azúcar de la que necesita su cuerpo en una semana, estaba Han Jiang.

Sintió como era mirado de pies a cabeza, o más bien juzgado. Y en poco tiempo ese omega con un fuerte aroma a caramelo ya estaba a su lado. — ¡Oye, Hwang Hyunjin!

— ¿Necesitas algo? — ese chico de cabello rojo vibrante era algo molesto, pero no le caía mal hablar con él una vez cada tanto.

— ¿Sabes dónde está el amor de mi vida, Lixxie?

— ¿El amor de tu vida, Lixxie? ¿De dónde hasta sacado tremenda mierda? — era algo ridículo a decir verdad.

— Claro, yo llegué antes que tú.

— Y en tanto tiempo que se conocen no han logrado ser pareja. — le gustaba contraatacar con burlas.

— Lixxie es un poco tímido, por eso no ha revelado nuestro matrimonio. — eso tal vez era el karma manifestándose de forma grosera con él o quién sabe qué, pero se sentía como un ataque personal.

Strings [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora