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Vol 2. Capítulo 16. Latidos del corazón.

“Son hombres heterosexuales, más rectos que una regla”.
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Shen Yi y Xu Xun entraron al restaurante de ollas calientes, tan pronto como encontraron un asiento y se sentaron, Shen Yi vio una figura familiar caminando en la dirección hacia la que miraban.

La persona que vino no era otra que el hermano Tang, pero no estaba solo, también había un joven alto y apuesto con un elegante corte de pelo junto a él.

Cuando vio las manos de las dos personas sujetándose con fuerza, Shen Yi sintió un sentimiento extraño en su corazón, y las palabras "es Tang ge" que quería decirle a Xu Xun se quedaron atrapadas en su garganta.

Xu Xun notó claramente la falta de naturalidad en su expresión y preguntó:

—¿Qué pasa?

El corazón de Shen Yi se apretó, estaba luchando con cómo hablar.

Tang Yun obviamente también los vio, le dijo algo al joven y ambos se acercaron.

Los dos se acercaron a ellos y Tang Yun tomó la iniciativa de saludarlos:

—Qué coincidencia, vine aquí siguiendo la fragancia y los encontré a ustedes dos.

—Tang ge, —Xu Xun estaba un poco sorprendido por la apariencia de Tang Yun. Después de ver a la persona a su lado, preguntó: —¿Tú también viniste aquí con tu amigo?

—Sí —respondió Tang Yun, acariciando generosamente la cintura del hombre que estaba a su lado y agregó: —Pero hay una cosa que corregir, él no es mi amigo, es mi novio.

Aunque tuvo algunas especulaciones, después de escuchar a Tang Yun admitir su relación sin dudarlo, Shen Yi todavía estaba un poco sorprendido.

Inconscientemente miró la expresión de Xu Xun. Después de ver que el rostro de Xu Xun estaba relativamente tranquilo, secretamente suspiró aliviado.

Luego de escuchar esto, el hombre a su lado sonrió con cariño y se presentó:

—Sí, mi apellido es Ji, y mi nombre es Yang, soy el novio de tu jefe. A menudo lo escucho mencionarte, pero verte es cien veces mejor que escucharlo.

Después de decir eso, se disculpó nuevamente y sonrió de buena gana:

—Lao Tang y yo tenemos personalidades relativamente sencillas y no queremos ocultar nada, ¿los asustamos?

Justo cuando Shen Yi estaba a punto de responder, Xu Xun dijo primero:

—No, también estamos muy felices de conocer a la pareja de Tang ge.

—Eso es bueno. —La sonrisa de Ji Yang se hizo más brillante y volvió a preguntar: —Aprovechando que nos encontramos, ¿qué tal si compartimos una mesa juntos? Es la primera vez que los conozco, así que les invitaré una comida como regalo de reunión.

Shen Yi vaciló:

—Esto... es demasiado caro.

—Es sólo una comida, ¿qué tiene de caro? Ustedes dos han ayudado mucho en la tienda de mi Lao Tang, así que debería pagarles con algo.

Ji Yang ya lo ha dicho, por lo que Xu Xun y Shen Yi no pudieron negarse.

Entonces, Xu Xun tomó la iniciativa de sentarse junto a Shen Yi y cedió el asiento del otro lado a Tang Yun y Ji Yang.

Después de un rato, el mesero trajo todas las guarniciones para la olla caliente, Ji Yang prendió la olla y esperó hasta que hirvió antes de llamar a Xu Xun y Shen Yi: