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Vol 3. Capítulo 29. Atardecer.

“El amor en público tampoco está mal”

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Durante el aniversario de la escuela secundaria No. 1, la escuela planeó grabar un video promocional del campus para registrar el estilo del mismo.

Para movilizar plenamente el entusiasmo de los estudiantes, el líder sugirió que sería mejor encontrar actores y camarógrafos directamente entre los estudiantes.

Cada clase puede organizar su propio equipo para filmar una obra con la que estén satisfechos, y luego la escuela organizará un panel de jueces para hacer la selección.

Los estudiantes como Xu Xun, que tiene una buena imagen y buenas calificaciones, se convertirá naturalmente en los candidatos prioritarios para el rodaje de actores.

En cuanto a la cámara, es necesario tener suficientes requisitos técnicos, es por ello que la mayoría de los estudiantes no se atreven a inscribirse.

El viejo Hu tenía algunos dolores de cabeza porque no sabía en dónde encontrar a los camarógrafos.

No esperaba que después de buscar a Xu Xun en la mañana, Shen Yi vino a él por la tarde para inscribirse, diciendo que estaba interesado en ser el camarógrafo.

Aunque Shen Yi estaba dispuesto a tomar la iniciativa para inscribirse en la grabación, lo cual lo hizo sentir satisfecho, como el maestro a cargo, todavía pidió más información: 

—¿Estás familiarizado con la cámara y edición de vídeo?

—Cuando era niño, mi familia me compró una cámara, y he estado jugando con ella durante bastante tiempo, también he tenido mucho contacto con pr, ae y otros programas de edición —respondió Shen Yi.

El viejo Hu asintió.

—Está bien, inténtalo.

Ese domingo, Shen Yi llevó la cámara al campus.

Xu Xun estaba un poco confundido y preguntó:

—¿Qué debemos filmar?

—Busquemos algunos edificios emblemáticos y los presentas brevemente.

—Bien.

Shen Yi guió a Xu Xun a, en primer lugar, la entrada de la escuela, la biblioteca.

Era la primera vez que Xu Xun se enfrentaba a la cámara durante un largo período de tiempo, y empezó a ponerse nervioso, con los miembros y la expresión un poco rígidos, lo que le dificultaba colocarse en posición de rodaje.

Shen Yi estaba a su lado, tratando de encontrar la manera de desviar su atención.

—Xun ge, no mires todo el rato a la cámara, mírame a mí, la cámara no se ve tan bien como tu novio.

—No, creo que la cámara se ve mejor que tú.

—Santo cielo, Xun ge, ya te ves guapo en persona, pero te ves aún mejor en cámara.

—No hay por qué alardear, ¿de acuerdo?

—No estoy alardeando, estoy hablando desde el fondo de mi corazón.