Vol. 1. Capítulo 2. Disculpas.

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“¿Por qué el rosa es tan sexy?”
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En el día, Shen Yi y Li Wei fueron a la escuela, el tablón de anuncios había publicado la lista con la división de clases entre ciencias y artes liberales¹, la gente que estaba viendo la lista rápidamente rodeó el tablón de anuncios.

Sin embargo, Shen Yi no tenía que apretujarse, a pesar de que el frente construyó un muro de gente, todavía era capaz de confiar en su ventaja de altura, y no tardó mucho en encontrarse a sí mismo en el montón de nombres.

Li Wei no podía evitar envidiarle, y después de andar de puntitas durante un rato, ya había gastado casi toda su energía, entonces, sólo pudo rogarle a Shen Yi.

—Yi ge, ayúdame a encontrar mi nombre, es demasiado difícil para mí ver dónde está.

—No hace falta buscarlo, ya lo vi, estás en la clase de Ciencias al igual que yo... —dijo Shen Yi, e iba a apartar la mirada cuando su voz se detuvo.

Se detuvo porque vio el nombre directamente encima de su nombre, y el recuerdo de una cierta situación, se superpusieron.

—¿Xu Xun? —Shen Yi no hizo acopio de sus emociones, y dijo.

Cuando Li Wei escuchó a Shen Yi decir el nombre de Xu Xun, también se sorprendió un poco.

—Yi ge, ¿conoces al mayor Xu?

—Va en nuestro salón... ¿Lo conoces?

—Sí, ¿quién no sabe del Dios Académico que ha ganado el primer lugar desde el primer año de secundaria? Por supuesto, además de tí, Yi ge. ¿No fuiste a la escuela o qué? No es posible que no lo sepas.

»Al principio, me preocupaba que, dado que estamos en la misma clase, el director se volviera más molesto, pero ahora, con el Dios Académico en nuestra clase, ¡quizás todavía hay salvación!

Qué relajado y tranquilo estaba Li Wei cuando dijo eso, qué malhumorado se puso Shen Yi cuando lo oyó. Había habido un malentendido no hacía mucho, y ahora tenía que presentarse delante de ese joven, de seguro será muy vergonzoso.

En cuanto llegó a su nueva clase, buscó a propósito un asiento al fondo del aula, junto a la esquina, y se sentó, girando constantemente la pluma en un intento de desviar su atención, para calmarse.

De pronto, Li Wei, a su lado, le golpeó suavemente el brazo.

—Yi ge, mira, ¡él es el mayor Xu del que te hablaba!

La pluma sostenida entre los dos dedos de Shen Yi, cayó sobre el escritorio en un instante, emitiendo un nítido sonido.

Inconscientemente, levantó la cabeza, para encontrarse justo con la línea de visión de Xu Xun, que vestía una sencilla camisa blanca y seguía teniendo un rostro cálido y elegante, la mirada se encontró brevemente y se separó rápidamente.

Xu Xun se acercaba a él paso a paso, y el corazón de Shen Yi se iba apretando poco a poco.

Afortunadamente, Xu Xun encontró un asiento vacío en la primera fila y se sentó, Shen Yi se sintió aliviado.

Más tarde, una señorita llegó y se sentó en el asiento de al lado. Es la señorita que vio con Shen Yi, la que lo amenazó con llamar a la policía aquel día.

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