014 | Derecha, Derecha, Derecha

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Elodie, aturdida, abrió la cremallera de su tienda y salió gateando, frotándose los ojos para quitarse el sueño. La luz de la mañana se filtraba entre los árboles, proyectando un suave resplandor sobre el campamento. Tuvo que parpadear por un momento para protegerse de la luz del sol después de haber salido de una tienda de campaña a oscuras.

Rápidamente se dirigió hacia el grupo reunido alrededor del coche. Todos estaban acurrucados sobre un mapa, probablemente preparándose para salir en busca de Sophia.

Elodie se había abstenido de unirse a las recientes búsquedas de Sophia, porque no quería ser una carga y creía que podría encontrar otras formas de ocuparse en la granja. 

Sin embargo, descubrió que esta granja no tenía la gran cantidad de animales que esperaba. No tenían cerdos ni ovejas. Sólo caballos y gallinas, que eran geniales, pero no podía molestarlos todo el tiempo.

Entonces, decidió que esta vez pediría unirse a la búsqueda. Sólo sería una vez y estaría supervisada. Realmente nada podría salir mal.

—Nada de lo que encontró Daryl dice que Sophia estuviera allí —comentó Shane desde donde estaba sentado en el coche, mirando a un punto en la distancia—. Podría ser cualquiera el que se escondiera en esa granja.

Elodie se detuvo junto a Andrea, frunciendo el ceño ante lo que dijo Shane. ¿Por qué de repente estaba siendo tan negativo? Él también quería ayudar a encontrar a Sophia al principio. ¿Por qué de repente está tan convencido de que no estaba ahí fuera?

—Cualquiera incluida ella —Andrea expresó los pensamientos de Elodie, antes de mirar rápidamente a la chica—. Hola, Elodie. ¿Has dormido bien?

Elodie la miró y frunció ligeramente el ceño— Sí.

—Bien —Andrea le dio una palmada en el hombro, lo que hizo que Elodie se alejara sutilmente, esperando que Andrea no se diera cuenta.

Andrea se había enfadado con ella por no ayudarla lo suficiente en el bosque antes de que llegara Maggie. Elodie había oído lo que decía, aunque Maggie la había distraído. El humor de Andrea pareció pasar de la ira a la dulzura en un abrir y cerrar de ojos. Elodie no lo entendía.

—Quien duermiese en ese armario no era más alto que esto —dijo Daryl, levantando la mano para indicar una altura ligeramente por encima de su cintura.

—Ya es algo —habló Andrea, soltando el hombro de Elodie.

—Puede que demos con su rastro —coincidió Rick.

—Puede no, seguro. Yo cogeré prestado un caballo —comenzó Daryl, señalando un lugar en el mapa colocado frente a ellos—. Iré a esta loma de aquí a echar un vistazo a toda esa área.  Si ella está allí la veré.

Elodie saludó levemente a Dale mientras se acercaba con un montón de armas y recibió una amable sonrisa a cambio. Luego se volvió hacia Daryl, colocando sus manos en el coche mientras saltaba emocionada sobre las puntas de los pies ante la mención de un caballo.

—¿Puedo ir, por favor? —preguntó, con una sonrisa esperanzada en su rostro— ¿Puedo ir contigo?

Daryl hizo una pausa mientras retiraba su brazo, su mirada pasó de Rick a Elodie.

—No.

Elodie dejó de saltar de puntillas y miró a Daryl con el ceño fruncido,

—¿Por qué?

—¿Porque tienes, cuánto, ocho años?

—Diez —corrigió antes de mirar a Rick—. Por favor, ¿puedo ir?

Second Wind | TWDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora