Capitulo Once.

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Felix esperó a que Hyunjin dijera algo una vez que estuvieran de vuelta en el carro, pero este permaneció desconcertantemente callado.

—Le dijiste a tu hermana que estábamos saliendo —dijo finalmente.

—Mmhm —respondió Hyunjin, con un tono desinteresado.

Cuando Hyunjin no colaboró en ello, le preguntó: — ¿De verdad vas a presentarme a tu padre? — Hyunjin continuó con la mirada fija hacia adelante.

—Sí.

Felix miró el lateral de la cara de Hyunjin, tratando de calibrar lo que pasaba por su cabeza. — ¿Qué le vas a decir?

—La verdad. — Los ojos de Felix se abrieron de par en par.

— ¿La verdad? ¿Vas a decirle a Hwang Junho que te engañé para que me llevaras a tu casa, donde dejé que me persiguieras y follaras en el suelo de tu mazmorra sexual? ¿Y que después de eso, te seguí al bosque donde te filmé desmembrando un cuerpo antes de que me aturdieras, secuestraras y esposaras a un radiador, y luego me chantajearas para que fuera el Dr. Watson de tu Sherlock? O sea... ¿Es eso lo que le vas a contar a tu padre?

Los labios de Hyunjin se crisparon. —Quizás no con ese nivel de detalle, no. Pero le voy a contar la situación.

Felix se echó hacia atrás en el asiento del copiloto. —Me va a matar. — Hyunjin suspiró, girándose para mirarlo.

— ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Mi padre no mata a gente inocente. En cambio, me va a matar a mí.

—Y ¿Si decide que no soy inocente? —Felix contraatacó.

—Entonces te mantendré a salvo —prometió Hyunjin, encontrándose con la mirada de Felix de una manera que hizo que su corazón se acelerara pero que también lo puso nervioso porque no miraba al frente a la carretera.

Hyunjin era un completo y total caos mental. En veinticuatro horas, había puesto toda la vida de Felix patas arriba.

¿Qué vida?

Felix suspiró. Lo último que necesitaba era la voz sarcástica de Jake traqueteando en su ya confuso cerebro.

—Ahora no —murmuró.

Hyunjin levantó una ceja, y dijo con tono divertido: — ¿Perdón?

—Nada —dijo Felix, con las mejillas sonrojadas.

—No, definitivamente dijiste algo. Ahora no, ¿Qué? — Felix lo fulminó con la mirada.

—Si sabes lo que dije, ¿Por qué dijiste "perdón"? — Hyunjin se rio.

—Sé lo que dijiste. Sólo que no sé por qué lo dijiste.

—No importa. No estaba hablando contigo —resopló Felix.

Hyunjin estaba sonriendo ahora. —Bueno, soy el único que está aquí. ¿Con quién estabas hablando?

Con mi hermano muerto.

—Conmigo mismo.

La mirada de Hyunjin se desvió de la carretera. — ¿Te dijiste a ti mismo "ahora no"? ¿Qué era lo que querías que no tienes tiempo de hacer?

Felix pudo sentir cómo se le calentaba la cara. —Sólo déjalo ir.

Hyunjin sacudió el volante, estacionando a un lado de la carretera y poniéndolo en el modo de parqueo antes de girarse para mirar a Felix, ojos negros brillantes.

—Oh, ahora sí que no lo voy a dejar ir.

El corazón de Felix golpeteó contra sus costillas, tanto por la terrible conducción como por el enfoque de Hyunjin, que ahora estaba centrado en él como un láser.

Insano - Hyunlix #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora