Prologo

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Cuando Melysa murió, no hubo mucha fanfarria, ni fue una sorpresa. Tener cáncer terminal era una sentencia, ni habría vivido mucho más. Le daba tristeza por su familia que tenía que llorar su muerte, pero ella había hecho las pases con eso hace tiempo, aun así sabía que no había sido lo mismo para su familia, quienes esperaban que ella milagrosamente mejorara. Su querido esposo tendría que criar a sus pequeños niños sin ella, esperaba que lograra hacer su vida, ser feliz y que sus hijos crecieran felices.

Melysa no había sido una mala mujer, trató de ayudar a los demás tanto como pudo, cuido, crio y quiso a sus hijos lo mejor que sabía, pero entendía que estas cosas pasaban. La muerte era inevitable. Después de un rato de pensar en sus circunstancias empezó a confundirse, estaba segura de que había muerto... Entonces, ¿por qué seguía teniendo conciencia? ¿Era esto lo que seguía después de la muerte?

Sentía que estaba flotando, que era ingrávida. Había algo que la molestaba aún, no había alcanzado a terminar la serie que estaba viendo, su esposo diría que era un desperdicio, ya que había leído el libro, él no entendía por qué ella quería ver la serie también. Pero era un pequeño capricho que tenía. Aparte le gustaban los actores. Ella era acérrima team Negro, pero en el último capítulo había conectado con Heleana, perder a un hijo era algo que no le deseaba a nadie. La idea de perder a alguno de sus pequeños la hacía sentir un vacío y querer echarse a llorar.

En perspectiva era triste la cantidad de tragedia que había en la danza de Dragones. Hermanos enfrentándose entre sí por una madre envidiosa y un hombre que ansiaba el poder y no le importaba manipular a sus propios nietos para tenerlo. Quien diría que la muerte la haría ponerse a reflexionar sobre eso. No sobre su vida y lo que estaba dejando, sino en una serie de ficción.

Sintió como su conciencia se desvanecía y pensó que por fin sería libre, que conseguiría la paz que prometían todas las religiones. Solo esperaba que si había otra vida después de esta... Tuviera más tiempo. Que pudiera tener una familia numerosa como siempre había soñado y pudiera criar a sus hijos, ver a sus nietos. Con ese último pensamiento, la conciencia la abandono completamente.

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Melysa sintió un fuerte dolor en la cabeza, y ganas inmensas de vomitar. ¿Qué estaba pasando? ¿No había muerto? ¿Había sido solo otro paro cardíaco, a causa del cáncer, quizá? No lo sabía, pero sintió ganas de llorar, no quería seguir sufriendo, no sabía si podría poner buena cara frente a su familia. En medio de su ansiedad y el pánico que subía hasta su garganta, no escucho las voces, muchas voces frenéticas que repetían un nombre, quizá había muerto alguien en la habitación de al lado.

Con un esfuerzo increíble logro abrir los ojos, intentando enfocado su vista y ver que estaba pasando. Lo primero que vio fue una habitación que definitivamente no era la del hospital en el que había estado internada desde hacía más de un año. Había mujeres vestidas como en una obra de teatro de la época antigua, todas con caras llenas de preocupación, luego de un rato noto que la veían mientras gritaban cosas, apenas pudo distinguir que alguien decía que buscaran al príncipe.  Quizás estaba delirando.

¿Se encuentra bien princesa Daenys?— no fue hasta que se enfocó lo suficiente que noto, que la señora se estaba dirigiendo a ella. Solo se le quedó viendo, no entendía qué estaba pasando, ¿quiénes eran estas personas y porque la llamaban princesa?...


Continuará...

Dragones De La Vieja ValiryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora