Capítulo I

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Melysa no se movía, apenas parpadea. Esto tiene que ser el sueño más raro que ha tenido nunca, ni siquiera cree poder soñar algo así. Y con cada minuto que pasa sin reaccionar de alguna manera, ve como las mujeres a su alrededor se ponen cada vez más ansiosas, quizá su mente le estaba jugando una pasada. Recuerda que estuvo pensando en esa serie, debió haber sido eso, de ninguna manera estaba en algún mundo extraño donde era una princesa.

El guardia en la puerta se puso recto de repente y dijo con voz de anuncio. Su Alteza el Príncipe Viserys Targaryen- todos en la habitación dejaron de haber lo que estuvieran haciendo y como una unidad hicieron una reverencia. Mientras que quien parecía ser el príncipe en su extraño sueño entraba, era un hombre apuesto de cabellera plateada y ojos violeta, una barba incipiente, se veía desaliñado casi como si se acabará de levantar o no hubiese dormido en un tiempo. Pero eso no fue lo que llamo más su atención... Ella sabía quién era este hombre, si no fue suficientemente claro con lo que dijo el guardia en la puerta, se veía mucho más joven de lo que recordaba .

Estaba frente al Principe Viserys primero en su nombre, el padre de Rhaenyra y hermano de Daemon su personaje favorito de la saga y el libro. Este hombre estaba frente a ella como si fuese real, extrañamente era exactamente la imagen que le dieron en la serie con lo que debían ser diez años menos.  Sabía que debía de tener la boca abierta como un pez. El hombre se acercó a ella como si de un animal herido se tratase.

Dae, querida hermana, nos tenías muy angustiados. Daemon ni siquiera pudo permanecer más de un día antes de emprender el vuelo con Caraxes cuando no despertaste luego de las primeras horas.— cada cosa que salía del hombre frente a ella era más confusa que la anterior. ¿Quién era esta Dae de la que hablaba? ¿Por qué la estaba llamando, hermana? Estaba segura de que ellos ni habían tenido una hermana en la serie, mucho menos en el libro.

¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Quién es Daemon? - supo que había dicho algo incorrecto cuando vio la cara del hombre caer, y llenarse de pánico. No había querido generar angustia, pero no entendía nada de lo que estaba pasando. Si esto es algo más que un sueño mórbido, su cabeza iba a estallar.

Daenys... Soy tu hermano Viserys, vamos esto no es divertido, estás en el castillo, Daemon es nuestro hermano. Eres la princesa de Westeros— o este hombre estaba delirando, o ella estaba en algún tipo de fantasía y había terminado metida nada más y nada menos que en el universo de canción de Hielo y Fuego. Pero eso no podía ser posible, eso no era real, era ficción. Cada segundo que permanecía en silencio, este Viserys se angustiaba cada vez más.

Melysa no sabía que hacer, si esto era real y se veía obligada a estar aquí en el futuro, no quería parecer que estaba enferma o loca de alguna manera... Luego de pensar decidió empezar por lo más simple. ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy en cama?— Viserys parece aliviado de cambiar el tema, e ignorar la aparente amnesia de su hermana.

Saliste con Daemon a cazar por el primer onomástico de Rhaenyra, Daemon dice que tu caballo enloqueció de repente y lo siguiente que supo fue que estabas debajo del caballo. Estoy seguro de que nunca habíamos estado tan asustados, que cuando no despertabas, a pesar de que habían pasado dos días.— esto claramente pesaba sobre el hombre, en su mirada había preocupación, pero también había alivio. Probablemente de que por fin estuviera consciente.

A pesar de que había cosas más importantes que podría preguntar, lo primero que sale de su boca es: ¿Dónde está Daemon?— esto alivio más el peso sobre los hombros de Viserys. Aparentemente que ella se preocupara por su hermano era algo bueno.

No debe estar muy lejos, mandaré a buscarlo y avisarle que estás despierta. No tardará en volver, una vez que sepa eso, se siente culpable por lo que paso. — antes de que pudiera decir algo más un fuerte mareo la golpeo, y sintió como se empezaba a desvanecer, de fondo escuchó como su aparente hermano se angustiaba de nuevo.

Llamen al maestre, y alguien que busque a Daemon. — el maestre llego rápidamente, revisó a la princesa con detalle, y soltó el aire que estaba conteniendo antes de dirigirse al ansioso rey a sus espaldas.

Está bien su alteza, solo necesita reponer energías, la próxima vez que se levanta deberían de tener una sopa ligera lista para ella. - fue lo último que escuchó la ahora Daenys antes de perder la conciencia por completo.

Continuará...

Dragones De La Vieja ValiryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora