Capítulo II

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La siguiente vez que recobro la conciencia, casi quería felicitarse ella misma. En menos de un minuto recordó todo lo que había pasado, donde estaba y su nueva situación. No es que la creyera más de lo que lo hizo la primera vez, pero tendría que hacer las paces con eso. Cuando se despertó, tuvo la suerte de estar completamente sola, parecía ser de noche.

Se sintió aliviada, necesitaba unos minutos para pensar en todo y enloquecer sin testigos. De alguna manera extraña estaba en el universo de Hielo y fuego, y por como recordaba que se veía el príncipe Viserys, Ahora es tu hermanole dijo una vocecita en su cabeza, cierto tenía que recordar eso. Y eso era de las cosas más discordantes, estaba absolutamente segura de que no había una hermana.

Tal vez el mundo se había acomodado a su presencia, y le genero ansiedad pensar en lo que su presencia podría provocar en lo que ella conocía como la historia. Algo que la dejaba muy consternada era ser la hermana de Daemon, el príncipe canalla había sido su personaje favorito, incluso había tenido un crush por el. Aunque siendo Targaryens eso era más un beneficio que algo perjudicial, con lo mucho que les gustaba a la familia de Dragones coger entre ellos.

Ahora se estaba desviando, solía hacerlo cuando le costaba procesar las cosas. ¿Cuál sería el camino a seguir aquí?— era la pregunta que se repetía en su cabeza. Ella no era lo suficientemente valiente como para intervenir en lo que estaba por venir, quisiera ser esa persona que iba a un mundo nuevo y era el héroe de todos, o en su caso la heroína. Pero aquí no eran solo hombres peleando, era una familia, eran dragones, y eran ejércitos completos entre sí. Sin contar las maquinaciones políticas que había.

Quería llorar ahora que había recordado su situación, con un suspiro tembloroso decidió que por ahora solo esperaría, trataría de no interferir mientras entendía exactamente cuál era su situación. Ahora que lo pensaba, ¿Estaba casada? - ni siquiera sabía qué edad tenía, en la escena histórica sabía que casaban a las mujeres a temprana edad, como fue el caso de Rhaenyra. Pero ella era una princesa nada más no era heredera de nada, según había entendido, había una pequeña posibilidad de que no fuese el caso, tenía todas sus esperanzas en eso, no sabía qué haría si estuviera casada con algún hombre al que no quería, y que probablemente solo veía los beneficios de estar casado con ella.

Bueno, cruzaría ese puente cuando llegara a él. Probablemente, no vería a nadie que aclarara sus dudas hoy. Pareces muy angustiada, querida hermana— Su cuerpo se tensó inmediatamente, había alguien en su habitación, estaba segura de que no había oído a nadie entrar, su cuerpo se relajó cuando recordó que la voz la llamo hermana. Para volver a tensarse cuando recordó que esa no era la voz de Viserys, lo que solo dejaba una opción. Un rostro apareció en su visión, y solo entonces noto que desde que había despertado en realidad no se había movido.

Hermoso, casi como un elfo— fue lo primero que pensó, lógicamente sabía que Daemon sería atractivo, era inquietantemente similar a Matt Smith, pero había pasado lo mismo con Viserys así que no debería ser una gran sorpresa. Pero así de cerca también pensó que tenía mucho parecido a Legolas del Señor de los Anillos, su largo cabello plateado, su rostro anguloso, pero lo más impresionante fueron sus ojos, eran del representativo violeta de los Targaryen. A diferencia de Viserys que eran más grises con toques morados. También al igual que Viserys era considerablemente mas joven, no podría tener mas de doce años.

Vine apenas me informaron, he estado aquí desde que despertaste, pero no pareciste notarme— salió de su cavilación cuando logro enfocarse en lo que estaba diciendo Daemon, esperaba no haberse perdido nada. No sabía que responder, así que solo se le quedó mirando, noto que había preocupación en su mirada, Viserys dice que no pareces recordar nada, incluso de antes del accidente— ah era verdad, no había reaccionado bien cuando se despertó por primera vez y había dicho que no sabía quién era Viserys, parece que eso encendió alarmas en todos. 

Luego de tomarse unos segundos para pensar, decidió jugar la carta de la amnesia, era el mejor curso a seguir. Si bien conocía gran parte de lo que debería pasar y algunas cosas de la historia de los Targaryen no sabía como había sido su relación con todos, y si quería que le explicaran todo de nuevo sin exigirle hacer cosas o ser alguien que no era esta, era la mejor manera. Antes de hablar y mientras pensaba bien como decirlo, intento levantarse y un inmenso dolor le recorrió la columna, Daemon estuvo sobre ella en un segundo, ¡No te sobre esfuerces!puso una mano sobre su pecho para impedirle seguir moviéndose.

Ayúdame a sentarme— su voz sonaba ronca y hablar se sintió como si le hubieran hecho tragar una lija, Daemon la ayudo a sentarse con cuidado, cerro los ojos mientas pasaba el dolor por el movimiento, para cuando los volvió a abrir, había un vaso con lo que parecía agua frente a ella. Lo tomo y su mirada se suavizó, este Daemon estaba verdaderamente preocupado por su hermana, eso la hizo sentir un poco de culpa por no poder ser esa hermana. 

Luego de haberse bebido el agua, se sentía tan preparada como podía para hablar, apretó el vaso con ambas manos en su regazo para darse valor, dirigió su mirada a encontrarse con la del hombre frente a ella, quien ahora estaba sentado en el borde de la cama. Sabía que esto probablemente lo destruiría, por lo que entendió el accidente había ocurrido mientras ambos cazaban, descubrir que a causa de eso, su hermana había perdido la memoria sería un golpe duro. Yo... la verdad no recuerdo nada, no recuerdo quién soy, donde estoy o quién eres, sé por Viserys que son mis hermanos, pero no recuerdo más nada, - para intentar suavizar el golpe dijo— siento una conexión con ustedes, pero no los recuerdo. 

Vio como algo en su mirada se apagó, y luego una resolución entraba en él, como si hubiese tomado una decisión en esa fracción de segundo— Tranquila, haremos que recuerdes— eso la asusto un poco, sabía que no recordaría nada, porque no tenía nada que recordar. 

¿Qué pasa si no puedo?— dijo con la voz rota por la angustia, Daemon tomo su mano y le dio las palabras que la hicieron sentir más tranquila y generar cierto cariño por él.

Entonces haremos nuevos recuerdos.

Continuará...

Dragones De La Vieja ValiryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora