capítulo 5 "La tienda"

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Hoy mi viejo despertó enfermo, mi abuela lo llevó al hospital, mientras que yo me quede atendiendo la tienda, me tocó llamar al señor Juan para excusarme de no poder ir, también le marqué a Jorge para que viniera a ayudarme.

El boleo es intenso en las mañanas, vienen niños a comprar sus meriendas antes de ir al colegio, uno que otro útil escolar extraviado, las mamás comprando todo para el desayuno y almuerzo, uno que otro borracho buscando matar el guayabo con una cerveza u otra botella de ron.

Muchos de ellos me saludaron con entusiasmo al verme detrás del mostrador, me felicitaban por al fin hacerme cargo, a lo que siempre respondía que era temporal, que mi abuelo regresaría apenas se recuperara, algunos entendían, otros callaban, la mayoría me regañaba, por dejarle toda la carga. 

La situación era algo frustrante, me querían dar a mi la responsabilidad que es de mi padre, el cual siempre brilla por su ausencia, solo aparece cuando tiene alguna necesidad, haciéndole crecer una cuenta de fiado que nunca pagará y que mi viejo jamás le cobrará.

Al menos había unas cuantas vecinas que me alegraba la vista, de ese grupito una que otra me coqueteaba en broma porque eran casadas, y para las solteras solo soy el lindo sin futuro, vaya contradicción porque *Es bello lo que es valioso por sí mismo y a la vez nos agrada, siguiendo esa lógica, entonces no debería ser yo una buena elección, pero eso es lo más alejado de la realidad y me hacía sentir como una mierda.

En la tarde fuí a buscar a mi abuelo al hospital, le recomendaron descanso, nueva medicación para la presión y para el azúcar, otros exámenes para un posterior control, la situación no pintaba tan bien, sumado a que él se ha vuelto tan terco y no quiere respetar las dietas, dice que prefiere vivir poco feliz, que mucho tiempo muerto en vida, sobra decir que le encanta comer en especial los postres. 

Este asunto daba vueltas en mi cabeza y me tenía muy molesto, entonces decidí ir en la noche al gimnasio para liberar toda mi ira contra un saco de boxeo y poder pensar mejor lo que debía hacer.

En medio de mi entrenamiento, note en el espejo unos labios rojos, aquellos se volvieron tan reconocibles para mí, que me gire de inmediato para verla y se sorprendió al darse cuenta que la descubrí espiándome, al parecer no le era indiferente.

En medio de mi entrenamiento, note en el espejo unos labios rojos, aquellos se volvieron tan reconocibles para mí, que me gire de inmediato para verla y se sorprendió al darse cuenta que la descubrí espiándome, al parecer no le era indiferente

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Boleo: Trabajo o actividad que implica ir de un lado para otro.

Fiado: compra pagadera a un futuro (crédito)

*Definicion según Aristóteles sobre la belleza

*Definicion según Aristóteles sobre la belleza

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Eze Enamorado De Una Diosa De Labios RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora