❚ A donde tú vas, yo voy. ❚
Donde Raven se enfrenta a una cruda realidad al ser enviada a un laberinto sin recuerdo alguno de su vida. Nada más que conocimientos del mundo y su propio nombre. Deberá mantenerse cuerda para encontrar la salida de a...
《Ambientado en: Antes de la llegada del Sujeto A2》
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—Estarás bien, él cuidara de ti al igual que yo aquí, te lo prometo.
Eso fue lo que escuché antes de despertar alterada.
Di una fuerte bocanada de aire que rápidamente fue callada por mi tos incontrolable. Sentía algo molestar en mi nariz y en mi garganta como si me quemara, era horrible. Di una arcada escupiendo un líquido que venía desde lo más profundo de mi garganta, haciendo que aquella molestia se desvaneciera en cuestión de segundos. Pase el dorso de mi mano por mis labios y levanté la mirada para observar a mi alrededor, confundida.
La escasa luz del lugar me impedía ver más allá para tratar de averiguar en dónde me encontraba, el sonido metálico de cadenas y poleas resonando me causaba cierta molestia en el oído, acompañado de un horrible olor a aceite quemado que me hizo tener arcadas nuevamente.
Gire mi cabeza hacia todos lados, nada, no podía ver más y la pequeña luz rojo titilante no era de mucha ayuda en ese compartimento.
Temblando me sostuve de la caja frente a mí para poder levantarme, sintiendo mis piernas fallar por unos instantes. Cuando pude recomponerme empecé a golpear las paredes metálicas con desesperación. Quería hablar pero no podía, sentía la garganta seca.
¿Qué es este lugar? ¿en dónde estoy? Tenía tantas preguntas pero ninguna respuesta y eso solo me frustraba.
Un ligero temblor bajo mis pies me sobresalto, tope mi cadera con la caja de la cual me había sostenido tratando de mantener el equilibrio y no caer de golpe. Pero cuando baje mi mirada una sensación de vértigo me recorrió de pies a cabeza.
Era un vacío.
Estaba en un ascensor.
Comencé a respirar de manera agitada aferrándome con fuerza a la madera cuando sentí como el cubículo aceleraba su subida, llevándome quién sabe a qué lugar extraño y misterioso. El sonido de una alarma me retumbó en los oídos causandome una mueca de fastidio y que cerrara mis ojos con molestia.
Pronto el ascensor se detuvo de golpe, una luz verde me iluminó acompañada de un desconcertante ruido metálico. Unas compuertas se abrieron sobre mi dando paso a una línea recta de luz que después se expandió, casi me deja ciega de no ser porque tape mis ojos con mi mano, negandome a ver aquel lugar a donde había llegado.
¿Acaso morí? según yo no recuerdo…
Fue ahí cuando la verdad me cayó como un balde de agua fría, no recordaba nada más después de despertar.
Diversas voces se hicieron audibles pero no lo suficiente como para que yo pudiera descifrar lo que decían, hasta que cada vez se hicieron más fuertes.
