A Lisa le parece dulce su nuevo novio, pero más que dulce, el tipo está enfermo. Su lado psicópata sale a cazar por las noches en busca de sangre humana para satisfacer sus pensamientos enfermos.
¿Ahora seguirás pensando que es dulce, Lisa?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Recomendación de capítulo: Leer con "I say prayers at night" del soundtrack de "Night stalker: the hunt for a serial killer" de fondo para una mejor experiencia.
La iluminada ciudad pasaba ante mis ojos, mi cabeza reposando en el vidrio mientras la tristeza comenzaba a embargar mi cuerpo y mente. De alguna manera la luna para mí no tenía el mismo significado que para otros. Para mí no era más que una señal que el infierno se aproximaba cuando la noche caía, era como si solo el hecho de pensar en que el reloj corría y la noche caía todo se iba a ir al carajo y por alguna extraña razón hoy en especial, sentía una angustia en el pecho que comenzaba a alojarse causando que mi ansiedad creciera.
Sin siquiera darme cuenta mi pierna se movía sin control y mi uña del índice ya estaba siendo masticada en mi boca.
Comienzo a hacer una oración en mi mente como todas las noches lo hago, el auto avanza y mi ansiedad le sigue. No sé si podré en algún momento...
-- Oye, ¿estás bien?-- pregunta la rubia a mi lado sacándome de mi trance, quién mantiene su mirada en la avenida Broadway.
-- Sí, ¿por qué no debería?-- la miro de reojo
-- No lo sé, noto que estás tensa-- me mira por medio segundo para volver su vista al frente.
Hasta este momento en que ella me lo hace ver, noto como mi pierna no se ha dejado de mover frenéticamente. Aprieto mis labios y es cuando lentamente la dejo de mover.
-- Estoy bien-- digo con firmeza en mi voz.
No quiero más interrogatorio y Amanda parece adivinarlo ya que se limita a asentir y continuar conduciendo.
Amanda da la vuelta hacia la calle de mi vecindario y mis ojos logran captar demasiado movimiento.
¿Qué pasa? ¿Por qué hay tanta gente a esta hora en la calle?
Miro mi reloj en mi muñeca y frunzo el entrecejo con extrañes.
10:40pm
Las luces rojas y azules me ciegan y mientras más nos acercamos más fuertes se hacen. Mi compañera de trabajo y yo nos miramos por un segundo con confusión. A lo lejos, puedo distinguir la causa de las luces.
Dos carros patrullas. Una ambulancia. Policías. Médicos forenses.
El dolor punzante en mi cabeza se hace presente. Mi pecho comienza a subir y a bajar. Estoy agitada.
Mis labios entreabiertos debido a la confusión se mantienen así mientras miro a mi al rededor con horror.
Hubo un asesinato. El acosador nocturno estuvo en mi vecindario y no necesito más pruebas que lo que ahora está aconteciendo ante mis ojos.
Amanda se estaciona a unos cuantos metros cerca de mi casa y es cuando logro distinguir aquella característica cinta amarilla con la palabra "CRIME SCENE" rodeando la entrada de la casa de la señora Kemp, mis ojos comienzan a picar y el nudo en mi garganta es molesto y es cuando las ganas de llorar llegan a mí.
