Sweet But Psycho | Richard Ramírez

Un nuevo cliente.

"Si te dan miedo los monstruos, espera a ver a una persona con dos caras"

                       -David Sant

Me quedé ahí parada sin saber qué responder, la verdad es que a este punto no sabía si lo decía porque estaba borracho o porque simplemente así lo sentía. Tragué seco y sonreí.

--Creo que ya fue mucho Jack Daniel's por hoy-- bromeé.

-- No tiene nada que ver-- rió

-- Como tú digas-- bebí de mi vaso nerviosamente.

-- ¿Por qué no me crees? No tengo porqué mentir con algo así, soy alguien directo, sé apreciar la belleza cuando la tengo enfrente y decir las cosas cuando las siento-- se encogió de hombros.

Silencio.

Lo miré y asentí con la cabeza para luego ver hacia el piso que ahora se tornaba de diferentes luces de colores que venían del techo del bar.

-Está bien, te creo-- sonreí y lo miré-- gracias por el cumplido.

--No es nada-- dejó su vaso a medio terminar en la barra y suspiró-- oye me tengo que ir.

--Ohh, ¿tan rápido?-- alcé mis cejas asombrada.

Rió y pasó su mano por su barbilla.

--Estoy aquí desde las 8 y ya son las 11:30, tengo entrar a a trabajar.--

--¿Dónde trabajas?--

--En un bar cerca de aquí-- señaló con su cabeza hacia alguna dirección.

-- Oh bueno, está bien-- asentí sonriendo

-- Tú...-- hizo una pausa como dudoso de hablar o no-- ¿Dónde trabajas?

-- En un restaurante mediterráneo cerca del barrio chino, soy gerenta-- sonreí orgullosa.

Decir eso me hacía sentir orgullosa cada que lo mencionaba, a mis 25 años ya era una gerente de restaurante, gracias a los esfuerzos de mis padres para que yo sacara una carrera en "Administración de talento humano". La verdad es que no éramos pobres, mis papás siempre desde muy jóvenes fueron personas que aman los negocios de todo tipo, hasta el día de hoy ha sido así y eso es lo que nos ha mantenido toda la vida en un nivel, se podría decir...alto.

-- Entiendo, no eres cualquier cosa-- sonrió ladino mirándome fijamente.

Ahí estaba otra vez, sintiéndome nerviosa por aquel extraño.

-- Creo que no-- me encogí de hombros sonriendo.

-- Bueno Lisa, espero volver a verte pronto, fue un gusto conocerte.-- suspiró.

Extendió su mano para estrecharla con la mía, la miré y sonreí asintiendo mientras unía nuestras manos. Su mano estaba fría y sus dedos eran muy delgados, casi esqueléticos.

-- Lo mismo digo--

Nos soltamos, me sonrió por última vez y él se giró para irse. Comenzó a caminar entre la multitud, hasta que lo perdí de vista.

Solté el aire que había estado reteniendo todo este tiempo.

                              ~•••~

-- ¿De qué hablaron tú y Richard cuando nos fuimos?-- preguntó Mindy quien ahora estaba enfocada en ponerle azúcar a su capuchino caliente.