Evidencias prt 1: Zapatos

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Luego de cerrar el restaurante junto a mis compañeros de trabajo, tomo un taxi compartido con Lily que nos lleva a nuestros respectivos destinos

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Luego de cerrar el restaurante junto a mis compañeros de trabajo, tomo un taxi compartido con Lily que nos lleva a nuestros respectivos destinos.
Al llegar al mío, me despido con un abrazo de Lily y pago mi tarifa.
Entro al lugar caminando decidida entre la multitud de las personas que se atraviesan en mi camino de un lado a otro. Mi hombro choca con el de varias personas a mi paso pero no le doy importancia y sigo mi camino.

-- Buenas noches--saludo al chico caucásico castaño que me mira atento desde que me acerqué a la barra-- Quiero entregarle esto a Richard-- levanto la bolsa con comida con el logo del restaurante para el que trabajo.-- ¿Dónde está él?

El chico me mira como si le hubiese hablado en otro idioma.

¿Seguimos en Estados Unidos de América, verdad?

Su entrecejo se mantiene fruncido y sus labios entreabiertos como si quisiera articular palabra alguna, pero nada sale de él así que insisto.

-- Quiero darle algo a Richard, ¿dónde está él?-- digo comenzando a sentirme impaciente.

-- Señorita, él no trabaja aquí desde hace ya un mes y medio-- dice extrañado

--¿Co-Cómo?-- frunzo mi ceño y ladeo mi cabeza sin entender nada.

Mi corazón comienza a acelerar su función golpeando mi pecho de a poco. Siento como mis labios se secan así como mi boca también.

--¿Sí estamos hablando del mismo Richard, verdad?-- digo con diversión tratando de aligerar la situación.

Veo su rostro cansado ante mi patética pregunta en medio de su tiempo laboral. Me doy una cachetada mental pero aún así no me disculpo.

-- Es el único Richard que ha trabajo aquí y asumo que tú eres su novia. Así que sí, él renunció hace un mes y medio. Creería que lo sabes-- se encoge de hombros mientras prepara una bebida.

Niego con la cabeza lentamente y me limito a esa acción. Un suspiro pesado sale de mí y restriego mi rostro con una mano sintiéndome ajena a los asuntos de mi novio pero más que eso, traicionada de alguna manera, por mas tonto que eso suene.

Se supone que entre tu pareja y tú no deben haber secretos, mayormente secretos como esos. Dejar un trabajo en el que estuviste por mucho tiempo es una situación que no debería pasar desaparecida en una relación ya que estás dejando el sustento de tu pequeña familia, lo que te alimenta y lo que los mantiene.

Salgo de ahí furiosa dando pasos firmes mientras a mi mente comienzan a llegar miles de preguntas que no tienen respuesta automática lo que me hace estresarme el no tener ni la más remota idea sobre qué pudo ser lo que hizo a Richard renunciar a su trabajo. Y lo más importante...

¿Por qué no me lo dijo cuando lo hizo?

¿Qué ha estado haciendo todo este tiempo cuando se suponía debía estar trabajando en el bar preparando tragos?
Mi trayecto a casa mientras estoy sentada en aquel auto color amarillo, solo puedo morder mis labios y preguntarme en dónde estará Richard ahora mismo si no es en el bar. Mi corazón palpita por el enojo que consume mi cuerpo en un mar de preguntas. Preguntas de las cuales Richard no se salvará tan fácil.

Sweet But Psycho | Richard Ramírez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora