A Lisa le parece dulce su nuevo novio, pero más que dulce, el tipo está enfermo. Su lado psicópata sale a cazar por las noches en busca de sangre humana para satisfacer sus pensamientos enfermos.
¿Ahora seguirás pensando que es dulce, Lisa?
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Se acercó a mí y besó mi frente, yo cerré mis ojos disfrutando del cálido beso.
-- Te traje algo-- puso la bolsita en la mesa y yo la aprecié con cara de curiosidad para luego llevar mi mirada a él quien se encontraba parado a mi lado.
-- ¿Qué es esto?-- reí levemente, nerviosa.
Mi amigos se encontraban mirando la escena con la misma cara de curiosidad y a la vez con picardía. Era seguro que también querían saber qué estaba pasando pero en este momento ni yo podía darles una respuesta.
-- Míralo por ti misma-- señaló con su cabeza la bolsita que se encontraba en la mesa esperando a ser abierta.
Entrecerré mis ojos amenazándolo con diversión y procedí a abrir la bolsa delante mío. Dentro, se encontraba una cajita rectangular muy fina color negro, la abrí lentamente
Mis ojos no podían creer lo que veían, a lo largo de la cajita descansaba un hermoso collar de diamantes muy finos unidos en diseño de flores lindas y delicadas que brillaban hermosamente bajo el resplandor del sol que entraba por la ventana de la cocina.
Lo miré con un brillo en los ojos y él sonrió satisfecho de mi reacción. Realmente me había sorprendido, no sabía que Richard tuviese tanto dinero como para comprar un collar de ese nivel.
¿Tan bien ganaba en el bar?
¿Entonces por qué seguía viviendo en un hotel?
Preguntas que por el momento no podía hacerle debido a la situación y no querer presionarlo, no era el momento. Lo que importaba ahora era que Richard me había comprado un collar carísimo, había pensando en mí y eso me decía mucho de él.
-- Muchas gracias enserio-- me paré y me lancé dándole un fuerte abrazo en agradecimiento.
Éste me correspondió abrazando mi cintura y dando un beso a un costado de mi cabeza.
-- Son tan lindos-- la voz dulce de Mindy nos pinchó la burbuja en la que estábamos Richard y yo deshaciendo nuestro abrazo también.
La pelinegra nos miraba con ternura mientras se llevaba una tostada de pan a la boca.
-- Olvidé por unos segundos que estaban aquí-- reí.
-- Claro claro, cuando está Richard nosotros no existimos-- agregó Matt-- entonces...¿ya salen?-- preguntó alternando sus ojos entre Richard y yo.
Sonreí tiernamente y vi a Richard -- bueno...
-- Sí, Lisa y yo somos novios-- completó el de rulos.
Me miró sonriente y buscó mi mano para tomarla a lo que correspondí torpemente, Mindy y Matt nos miraron sorprendidos y con ternura para luego felicitarnos y decirnos que era algo que sospechaban que pasaría pero que estaban felices por nosotros Matt no paraba de decir que él era cupido.
