Narra Tsukkishima
Que soy aweonao, bailar no es algo que hiciera siempre, de hecho nunca, lo odio. Pero saber que bailar implicaba tenerla cerca me hizo decir sí.
[...]
Por fin me dejo tranquilo, esto es un querer/odio, a veces me irrita lo feliz que puede ser. Es como un Hinata dos.
Me senté a seguir tomando, se veía tan linda bailando. A este punto ya había aceptado mis sentimientos, no duré más de una noche ignorándola, ¿Cómo iba a poder hacerlo para siempre?
Y como siempre esta mujer se pasa de tragos, la conozco. Y antes de que cayera bailando la sostuve.
—Viste que eri lesa, la última vez te dije cuídate.—
—Perdooon.— Dijo.
Le hablé al Tanaka, la Amparo tenía que descansar y la Kyoko no se quería ir hasta las 3:30-4:00, así que esta se tenía que quedar hasta tal hora.
—Tanaka, podemos ir a la pieza con la Amparo.—
—Oye pero weon hace cuanto la conoces.—
—No en ese sentido po mierda, mírala lo curá que está, tiene que dormir o algo. No me aprovecharé de ella en este estado, la Kyoko sabe que la cuidé la última vez.—
—Ya vayan.—
Me la llevé casi al arrastra porque ni caminar podía.
—Oye Tsukki...—
—Dime.—
—¿Por qué eri tan bueno conmigo?.— Dijo en tono muy infantil, tierna.
—Porque sí.—
—Buuu, yo quería saber.—
—Algún día.—
—Yapo que sea hoy.—
—Cállate mejor.—
Después de subir las escaleras junto a esa conversación entramos a la pieza, la acosté y la tapé, me senté junto a ella que solo decía todo, sin pensar.
—Amparo trata de dormir, sino mañana estarás muy mal.—
—Bueno mi Tsukki mandón.— Dijo entre risas acomodándose.
—¿De cuando que soy tu Tsukki?.— Le dije.
—Mmmh, desde ahora.—
—Mira tú.— Dije mientras le acomodaba el pelo que estaba pa la cagá.
—Oye Tsukki.—
—Dime.—
—¿Te vas a ir?.—
—Si tú queri si, si no, no.—
—Quédate.— Dijo mientras se movía mas a la esquina de la cama, a modo de invitación para que me acueste junto a ella.
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𝙣𝙞 𝙫𝙤𝙯 𝙣𝙞 𝙫𝙤𝙩𝙤 ➽
RomanceDonde la Ampi (Amparo) creció siendo la sombra de su hermana la Kyoko, pensando que nunca se sentiría suficiente consigo misma. Pero un día en un carrete del Tanaka, donde solo fue invitada por su hermana, conoció al rubio más sincero y penca, que l...