Capítulo 24: City of Angels.
Spencer esquivó ágilmente a todos los estudiantes que se cruzaban en su camino hacia Matías. Aunque eso no evitaba que chocara con sus hombros a algunos, las miradas irritadas de aquellos se borraban al instante que notaban que se trataba de Spencer. Al menos a la mayoría de ellos.
No había podido hablar con Matías en todo el día por culpa de sus clases, y aunque llegó a tarde a todas ellas por estar buscándolo nunca pudo coincidir con él. Ni siquiera para la hora del almuerzo. Sin embargo, las clases ya habían terminado y por fin podría ver a Mati después de haberlo buscado todo el día.
La emoción de invitar a Matías a una feria no cabía en su cuerpo, su sonrisa no temblaba por nada del mundo, sus ojos negros brillaban hipnotizando a todo aquel que lo mirara a los ojos. Su ser irradiaba una felicidad contagiosa que los estudiantes de Mathenson disfrutaban mucho de ver, porque sí, la mayoría había notado el ánimo sombrío que Spencer cargaba hacía unas horas atrás. Era extraño ver al chico así, y las veces que tuvieron que verlo tan apagado nunca se atrevieron a preguntar la razón.
Para ellos era desconcertante que Spencer no anduviera por los pasillos con una sonrisa. Sin duda una mala imagen que le daban al chico, porque hubo muchas veces donde este no sonreía y todos por temor a preguntar preferían ignorarlo. Y solo acercarse a él cuando su sonrisa acaparaba su rostro.
—¡Mati! —le llamó el azabache apenas divisó la melena rizada de Matías, este se volteó hacia la voz y le fue inevitable no sonreírle. Les fue inevitable no sonreírse mutuamente—. Te busqué todo el día.
—Eso me dijeron, Oliver dijo que querías decirme algo de vital importancia —mencionó Matías citando las palabras de Oliver.
Spencer rodó los ojos y sacudió la cabeza, sin dudas ese chico lo hizo sonar exagerado. Aunque por supuesto que invitar a Mati era de vital importancia, solo faltaban unos días para que la feria diera inicio y no quería que Matías se perdiera la oportunidad de participar del concurso de talentos.
—No importa que tan tonto lo haya hecho sonar Oliver, tiene razón. Es algo de vital importancia —dijo Spencer ampliando aún más su sonrisa si es que era posible. Hizo una nota mental de que era la segunda vez en el día que le daba la razón a Oliver—. Este fin de semana habrá un feria en la ciudad.
Matías soltó un musitada risa al haber acertado en sus suposiciones. Spencer tomó su celular y con prisa buscó algo para luego tendérselo al castaño.
—Esto es lo mejor de todo, habrá un concurso de talentos y creo que sería genial que participaras. —Spencer observó atento la reacción del otro, casi podría empezar a dar saltitos en su lugar—. Si esto te motiva, el ganador tendrá un paseo en lancha —murmuró lo último cerca de su oído.
La sonrisa que tiraba de las comisuras de Matías se aflojó un poco, se convirtió en una mueca dubitativa que llenó de seriedad el rostro de Spencer. No tenía que ser un adivino para saber qué cruzaba por la mente del rizado. Podía verlo en sus ojos grises, en la forma que se clavaban en la pantalla del celular pero viajaban veloces al pasado.
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November Rain.
Teen FictionMatías tiene la idea de que mientras más lejos esté de sus problemas, estos desaparecerán. Aunque no le ha ido muy bien con ese plan de vida, porque huir de ellos es como correr en círculos, y cada vez es más difícil salir de ellos. Es su último añ...