seduciendo a Penélope Featherington

El regreso de Lord Debling

Volver a la casa donde había pasado gran parte de mi vida se sintió incomodo, como todo en realidad, me invadió una fuerte sensación de familiaridad y ansiedad al mismo tiempo, sin embargo, mi habitación me entregaba cierta sensación de seguridad que claramente necesitaba, sobre todo con la constante presencia de Eloise, y Colin, ambos me incomodaban profundamente.

Cada visita solo los recibía por compromiso, ya que sus intentos de ayudarme a recordar solo me llenaban de más confusión y desconfianza, ¿Realmente había sido tan cercana a ellos en el pasado?, no podía imaginarlo, si solo cruzando unas palabras ya me hacían sentir terriblemente incomoda. Pero mi madre no hacia más que insistir en que pasar tiempo con ellos me ayudaría a recordar a mi verdadero yo.

Por suerte una mañana había logrado evadir la presión familiar y escapar al jardín de la casa, la brisa fresca me ayudaba a relajarme. Pero entonces Rae, mi doncella anuncio la llegada de una visita, su nombre me resulto una extraña sensación de paz y familiaridad, aunque no podía ubicarlo entre mis perdidos recuerdos. 

Fue en ese instante que Lord Debling hizo su entrada, con un cálida sonrisa y una mirada compasiva, se inclinó levemente a modo de saludo, con un gesto que me hizo sentir realmente cómoda.

-Señorita Penelope, es un placer poder volver a verla -dijo con una voz firme, tomando asiento justo frente a mí.

-Lord Debling, muchas gracias por visitarme, aunque lastimosamente debo decirle que no puedo recordar quién es usted-respondí intentando sonar cortés.

Él asintió casi como si ya supiese de mi situación actual.

-Lo entiendo señorita, no esperaba que me recordara, su madre informo a la sociedad sobre su estado actual, por lo que pensé que una visita mía podría al menos alegrar un poco su día.

Nuestra conversación fue lo más relajante y agradable que había hecho en mucho tiempo, aquel hombre y su compañía eran muy reconfortantes, amaba los animales y la vida de campo. El tiempo simplemente se paso rápidamente, me hizo reír como creo nunca antes haberlo hecho, por lo que por un instante me olvide por completo de mis preocupaciones. 

Por supuesto la palabra tranquilidad no existía cuando mis vecinos eran los Bridgertone, de un momento a otro Colin apareció en el jardín, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa  y enojo, incluso si lo conociera bien podría decir que parecía celoso.

-Penelope, Lord Debling -saludo con voz tensa- no esperaba encontrarlos aquí, sobre todo considerando tú estado actual.

Lord Debling se levanto saludando a Colin con una sonrisa educada.

-Bridgerton, solo estaba disfrutando una agradable conversación con la señorita Penelope, espero que no le importe.

Colin asintió, pero pude ver la incomodidad en su expresión.

-Por supuesto, aunque preferiría que ella continuara descansando-dijo con un tono de voz bastante frío- Penelope, ¿Podemos hablar un momento?

Sentí la frustración al escuchar sus palabras, ¿Por qué justo ahora que estaba tan cómoda con la compañía de Lord Debling?

-Sabes estamos en medio de una conversación, señor Bridgertone, ¿podría esperar?

Colin palideció ante mi mirada, lucia realmente molesto por mi respuesta, sin embargo se recompuso rápidamente. 

-Por supuesto -dijo en un susurro- disculpadme.

Lord Deblin sonrió y se volvió hacia mí.

-No quiero causarle problemas, Penelope, si prefieres hablar con el señor Bridgerton, yo lo comprendo.