- Hija mia!- chilla mi madre al verme. Me abraza con tanta fuerza que me hace daño.
- Mamá, mamá... Estoy bien, no te preocupes.
- Tienes que ser más prudente hija.- dice mi padre agarrandome la mano.
- Papá, me empujaron, no me caí.
- Bueno... Aun así, has de tener cuidado.
- De acuuerdo. No os preocupeis. El médico me ha dicho que ya puedo irme a casa.
- Hija... Me preguntaba si te apetece dar una vuelta con tu viejo por el centro.- me dijo mi padre.
- Claro. Pero quiero pasar por la tienda de videojuegos. Hay un videojuego y quiero... Bueno... NECESITO comprarlo.
- Está bien...- dice él suspirando.- Yo te lo compro si quieres.
- ¿¡De verdad!? Gracias!! Eres el mejor!!- Le digo abrazándole.
- Vámonos - dice mi madre.- Que si no nos cobran una bestialidad en el parking.
Me río con fuerza y los abrazo. No sé que haría sin ellos.
Llego a casa, dejo el skate y la gorra, y me meto en el coche de mi padre. Lo de independizarme me está saliendo un poco mal...:P
Por fin llegamos a la tienda de videojuegos. Me adelanto como una loca y entro a todo correr. Ahí está.
"Beyond Two Souls". Solo queda uno. Y está muy arriba. No lo alcanzo ni de puntillas. Me agarro a las estantería con todas mis fuerzas y toco la caja del videojuego. Pero entonces, mi mano toca otra mano que agarra también el videojuego. Me giro y pregunto sorprendida:
- ¿Rubius?