5. Los Intocables.

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Dylan.

— Gooooooooool !!

Paul se emociona tanto que el tazón con las papitas se cae al suelo. Mientras que Erick, mi mejor amigo, se mantiene con cara de pocos amigos, ya que su equipo no ha hecho ningúna anotación y está perdiendo una apuesta.

— No es para tanto, cambiara el marcador ya verás —Erick se mantiene calmado e inexpresivo, me sorprende siempre la capacidad que tiene de mostrarse indiferente antes varias situaciones del día a día, aunque lo entiendo su equipo esta  perdiendo, y con él, también el dinero de la apuesta.

Paul sigue celebrando y bailando de forma ridícula.

— Solo sé que tú dinero se irá conmigo Erick —lo señala con un tono burlón.

Estamos en la sala de mi casa sentados en un gran sofá frente al televisor pantalla plana comiendo snacks y tomando cerveza mientras vemos el partido del Barcelona contra el Real Madrid. Obviamente hay dos fanáticos sentados a mi lado que hicieron apuestas de ver cuál de los dos equipos ganará, yo en cambio estoy relajado tomando una cerveza mientras tecleo con rapidez en mi celular.

— ¡Dylan! —llama un alborotado Paul— ¿Quien crees tú que ganará? ¿El famoso Barcelona? o ¿el increíble y asombroso Real Madrid?—señala el televisor.

— Para que le preguntas , ni siquiera está prestándole atención al juego — informa Erick.

Yo los observo pero sin dejar mi completa atención al celular, estoy hablando con una chica la cual me llamo mucho la atención en mi cumpleaños número 18, era muy atractiva y por lo poco que hemos hablado, atrevida también.

— Vamos amigo, aunque sea finge que te interesa.

— Dejalo— comenta mi mejor amigo —Esta muy ocupado hablando con quién sabe quién.

— Es una chica que estaba en mi cumpleaños —comento—es atractiva y está totalmente disponible.

— Disponible eh ... — Paul levanta sus manos en el aire— pregúntale si no tiene una amiga, así salimos ganando todos.

— ¿Para que me termines quitando a la conquista?—lo señalo — no gracias.

— Creo que alguien acaba de dar en el clavo— comenta Erick tomando de su cerveza.

— Olvida aquello de una vez Dylan —suplica Paul sentándose de nuevo— esa chica no quería saber más nada de tí y te pedí disculpas muchas veces.

— Menos de rodillas.

Erick aguanta una carcajada y la cara de Paul es de película, tiene razón esa chica no quería saber más nada de mí y él me pidió disculpas, pero eso no quita el hecho de que se aprovecho de eso para poder tener un romance clandestino.

«Es una espinita que aún no me termino de sacar».

Ellos continúan viendo el partido y yo sigo hablando con la chica detrás de la pantalla de mi celular. Trato de acordar una cita con ella el fin de semana, con la finalidad de conocernos mejor, ella acepta y me dice la fecha, la hora, además el lugar del encuentro. Yo confirmo mi asistencia y termino de hablar con ella poniéndole como excusa que tenía que hacer unas cosas importante con mi mamá.

Una sonrisa se despliega en mis labios al haber conseguido mi objetivo.

El día sábado tendría una salida.

— ¿Por qué sonríes? —Erick me saca de mi trance codeandome en las costillas — No me digas, otra chica cayó ¿No es así?

— Nunca dudo de los poderes de convencimiento de éste ser— Paul se une a la conversación— Eres mi ídolo.

||Celestials||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora