Rosas Bajo Garras [TRILOGÍA]

La figura de las catacumbas

Capítulo XIV

Me despierto excesivamente cansada y levemente adolorida.Miro a mi alrededor y noto que estoy en mi habitación, relamente no recuerdo haber venido hasta aquí,recuerdo perfectamente que me había dormido en.....Los recuerdos de cada detalle de lo que sucedió anoche acorralan mi mente y la vergüenza me inunda por completo

Maldición,¿Cómo se supone que podré mirarle a la cara ahora?, todo esto ha sido mi culpa ,fui yo quien empezó todo

Totalmente humillada tomo las sábanas y me envuelvo en ellas,por cierto...estás sábanas no son mías,el aroma de Kovhu está impregnado en ellas,anoche...me entregué a él.....Recuerdo cuando le había dicho que no me entregaría a nadie tan fácilmente,pero...realmente no se que es lo que me sucedió,nunca había experimentado esa sensación y ese impulso, realmente fue incontrolable.

Me siento en la cama y me miro en el espejo,las marcas de mi piel,mi muñeca,mis muslos,poseen mordidas, mi cuello de lo contrario,dirijo la mirada hacia el espejo del cuarto,pues por su posición desde la cama uno puede observarse ,totalmente roja tapo mi cuello al ver ciertas marcas en él.Esto no puede ser posible, realmente esto no pudo haber pasado...

-¡Agh!,Maldición

Pasados los minutos de mantenerme despierta e intentar negar todo,me doy un buen baño,no solo para eliminar mi estrés y mantenerme limpia,sino también para eliminar el aroma de Kovhu impregnado en mi,podría ser un escándalo si en la manada se divulga que el beta ha tenido una aventura con la humana,y no con una humana cualquiera,sino a la que todos consideran la concubina del Alfa, realmente a mí me sucede todo,no se me escapa nada.Lo más preocupante es que la reputación de Kovhu es demasiado importante para él,para no decir lo más importante,pude ser un imbécil,terco,testarudo y orgulloso,pero no me gusta romper el prestigio que seguramente le debió haber costado conseguir.

No sé para qué lo critico, verdaderamente no estoy ni en la más mínima condición para hablar nada, me odio

Ya solo queda un día para ser liberada del castigo que Asiel me impuso con Charlotte, juraría que me siento espantosamente mal por el cansancio,pero ya solo es un día,uno solito y podré considerarme libre

Me levanto con una dificultad espantosa y pasando las mil dificultades logro asearme y colocarme un vestido verde y rosado,me encanta ese vestido,teniendo miles de vestidos a escoger solamente este me llama la atención,y para finalizar uso algo maquillaje para tapar las marcas que se encuentran en mi piel

Mientras me dirijo por el pasillo dirijo mi vista hacia la palma hacia la muñeca,tras ese vendaje se encuentra una mordida,bueno,
...una de las muchas,intentaré darle el mejor cuidado posible a las heridas para evitar queden marcas en ellas,me esfuerzo para que la venda no sea tan visible a primera vista.

Un malestar se apodera de mi repentinamente,me imagino que sea de la mala noche.Los recuerdos invaden mi mente,cada detalle se vuelve a reproducir en mi cabeza,todo tan vivido,que realmente me dan ganas de vomitar.Y como si para el destino fuera poca mi desdicha tropiezo,¿lindo cierto?,preparada para darme una caída ultrasónica a nivel monumental pero una mano me sostiene del brazo vendado donde se encuentra la mordida,causando una leve sensación de dolor pero no puedo chistar o podré levantar mil sospechas, dejando me casi de rodillas en el suelo tras detener la caída,siento que mi brazo se va a descolocar si no me levanto rápido,o en el peor de los casos, lastimar la herida y el olor metálico de la sangre delatarme

-Tenga más cuidado señorita

Esa frase,esa voz, Bololf,sin duda alguna,uffff que alivio,mi ángel de la guarda

-Si...lo siento-me pongo de pie despacio y le dedico una sonrisa

-¿Se siente bien señorita?,es que no tiene buen color y su temperatura está....helada-suelta mi brazo con delicadeza,pero siento como en los engranajes de su mente procesan y rebuscan mil teorías pera intentar saber que me pasa