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𝙿𝚁𝙾́𝙻𝙾𝙶𝙾
❝En verdad que te anhelo con todo mi ser.
Perdoname por todo.
Te amo tanto que...nada en el mundo podrá borrar o interferir entre mis sentimientos y mi amor por ti.
Eres mi bendición y mi pecado❞
La relación entre Taehyung y Jungkook en un principio fue bastante linda.
Tenían citas casi todos los fines de semanas.
Se daban lindos regalitos cada vez que podían.
Y tenían sexo cada vez que se les presentaba oportunidad o tenían cada sola.
Todo era hermoso.
Pero después de un tiempo, todo cambió, Jungkook empezó a dejar plantado a Taehyung en cada cita que este proponía, y cuando había oportunidad para tener sexo, simplemente ponía cualquier excusa y se iba.
Todo esto tenía triste a Taehyung, pues el siempre daba todo de sí, me esforza al máximo por hacer unas excelentes citas, y hacer feliz a Jungkook. Pero ahora se sentía desolado, pensaba que talvez todo ese amor que su Jungkook-ie le había prometido cuando se hicieron novios, había desaparecido, así que por él bien de él, su salud mental y para no quedar en malos términos con Jungkook, decidió terminarlo.
—Debemos terminar.— dijo Taehyung con voz sería, en cualquier momento se le quebraria, necesitaba parecer firme con esto que le partía el corazón.
—No...— negó Jungkook tratando de tomar de las manos a Taehyung, pero este lo alejó—Taehyung...Dabe una oportunidad más. Solo una.— rogó.
—No puedo. Sé que todo seguirá igual.— dice con su mirada fija en algún punto del lugar y no en Jungkook.
—Taehyung, por favor. Sabes que te amo demasiado. No sé qué sería de ti. Sé que fuí el causante de esto. Pero te lo juro que no es por las razones que piensas.— explicó desesperado.
—Ya no hay amor mutuo, Jungkook. Lo sabes.
—Estás equivocado. Yo te amo.— dice entre lágrimas, parecía sincero.— ¡Por favor!— rogó una vez más.
Por la cara de Jungkook bajaban lágrimas y lágrimas. Ésto rompió el corazón de Taehyung, pues en sus 4 años de relación y 7 de conocerse jamás había llorado, excepto la vez que se murió Iron Man.
El corazón de Taehyung dolía. Tenía corazón de pollito y al final, accedió.
—Tienes 7 días. Solo eso.— dictaminó.
No pensaba cambiar de opinión.
—¡Gracias!— agradeció con un abrazo fuerte.— no te defraudaré. Verás que esa llama del amor volverá a ser grande, fuerte y brillante.— prometió.
Y así comenzó está semana.
Donde Jungkook sé tomó muy encerio lo de avivar la llama...pero ¿él logrará encender la de la Pasión, el amor, el cariño y todo eso que conlleva amar a alguien?
Eso lo veremos en esta historia.
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