Ran haitani. Un chico que a su corta edad se volvió uno de los pandilleros más temidos siendo dueño de todo Roppongi junto a su hermano.
Su vida siempre estuvo llena de mujeres que buscaban de su atención y el con gusto se las brindaba.
Todo era a...
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|• Pov ____ •|
Al día siguiente.
Siempre me he preguntado por qué debo de pasar por tanto. ¿Por qué debo perder a las personas que me aprecian? ¿Que carma estaré pagando para tener que lidiar con una vida llena de intranquilidad? ¿Que fue lo que Takemichi cambio en el pasado para que yo no terminara por el mal camino? Porque debió hacerlo.
Yo sabía perfectamente que este no era mi lugar. Ser la famosa violinista que todos alababan a gritos en el escenario no era lo que yo debia hacer. Yo no tenía que tomar ese camino... Así que, ¿Que era lo que siempre me llevaba a llegar al infierno?
Eso aún no lo sabía. Tal vez había sido la muerte de Shinichiro, tal vez la de Izana o Baji... Porque el moría en el pasado, sin saberlo yo lo evite o tal vez habia sido la muerte de mi hermano, de Draken, por que Draken era lo mas importante que tengo en mi vida, el es mi otra mitad, la otra parte de mi... Seguramente era eso.
¿Cuál era el detonante de esos impulsos que me hacen perderme a mi misma? ¿Cual era mi destino antes de que Takemichi llegara? ¿Quien era yo realmente? ¿Desde donde inició todo? ¿Porque? ¿Por qué siento esto?
Un pasado de un futuro incierto y desconocido era algo que esperaba descubrir, necesitaba respuestas a esas dudas que cada dia me carcomen los pensamientos y me mantienen inquieta una y otra vez obligandome a sobre pensar por mucho tiempo... Unas respuestas que necesitaba tanto para entender otro tanto más amplio de dudas eran algo que tal vez nunca tendría...
No sabía que aquellas repuestas que ansiaba tanto las obtendría hasta ahora, en este viaje con Ran que debería darme tranquilidad solo sirvió para provocarme más inquietud de la que tenía.
Si hubiera sabido momentos antes que tendría respuestas ese mismo dia... Nunca habría vuelto a esa casa.
Ni siquiera mis visiones pudieron prever algo así.
—Entonces... ¿A donde iremos ahora? —Pregunte mientras caminaba tomada de la mano de Ran por la playa con mis pies descalzos sintiendo la arena bajo mis pies junto a la brisa húmeda chocando contra mi piel y revoloteando mi vestido.
—No lo sé. ¿A dónde quieres ir?
—Mmh. —Tararee pensativa.
En ese momento me hundi en mis viejos recuerdos del lugar. Recapitule mi visita con los chicos hace varios años donde corríamos todos juntos por la playa y jugábamos con el mar. Los recorridos por las calles entre risas y bromas infantiles e incluso traje de vuelta el recuerdo de mi visitas solitarias con Shinichiro meses antes de su muerte mientras caminábamos y lo veía reír y sonreír con frecuencia con un cigarrillo en sus labios.
