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Estuve planeando toda la semana como aprovechar el viernes con Lia, quería conquistarla, era mi oportunidad, esto no me volvería a pasar otra vez.
Llegó el viernes.
Llegué de clases y me metí a bañar rápido, quería estar impecable para Lia.
Me bañé como de costumbre solo que cambié un poco la rutina. Me apliqué un jabón con aroma a coco que mi madre me había dejado pero yo detestaba.
Aprovechando que quedaban 30 minutos para el almuerzo ordené mi cuarto y le puse perfume a todo el cuarto. Nunca me preocupó tanto el orden.
Las fotos de Ophelia las guardé en una caja y las escondí.
Estaba terminando de guardar mi ropa cuando escuché unos golpes suaves en la puerta, me acerqué a abrir aunque no esperaba a nadie.
"Loren! Toma tus cosas vamos a almorzar" Lia se encontraba afuera de mi habitación con su mirada tierna y su voz dulce.
Tenía puesto su uniforme pero sin la túnica y con unos botones desabrochados que me dejaban observar sus pechos deseables.
Me tomó tiempo observarla y contestarle, asique ella movía sus manos impaciente y tierna.
"Cl-claro" Salí de la puerta para tomar mis cosas no sin antes rociarme casi toda la botella de perfume.
Nos dirigimos al gran salón para almorzar, caminando juntos siento como mi cuerpo se tensiona al estar con ella tan cerca y trato de no hacer ningún movimiento raro.
Ophelia camina tranquila y delicadamente sin esforzarse, es así por naturaleza. Observo su perfil mientras caminamos, su nariz respingada y fina, sus grandes ojos caramelo, sus mejillas rosadas y sus pomposos labios tan besables.
Al observar el último rasgo imaginé por un momento la perversa escena de ella chupando mi pene con esos mismos labios. Escena que repetía y fantaseaba en mi cabeza todas las noches.
Al igual sus pechos que se movían al movimiento de Lia, pechos que me imaginaba abrazando mi erección o eyaculados por mi líquido interior.
Mi cabeza borró esas imagenes al entrar al gran comedor, nos dirigimos a la mesa de slytherin y me senté a un lado de Lia.
"Iré a por algo de comer, quieres algo?" Me preguntó con su sonrisa encantadora, esa imagen me la grabaría mentalmente para siempre.
