CAPÍTULO 1: "Me pintaré con tu sangre".
Aeron POV
-¡Bracken!- el grito resonó en el cielo abierto.
Mi corazón se aceleró de golpe y mis dedos comenzaron a entumecerse dentro de los guantes. Sentí el latigazo del miedo en mi estómago porque conocía esa voz. Esa rabia apenas contenida.
- Ahí viene ese loco- un murmullo a mi lado.
- ¿No tiene nada mejor que hacer?- otro susurro.
Ese era el efecto que tenía este Blackwood en particular.
Nadie se atrevía a gritarle, ni siquiera alzaban la voz en su presencia.
Davos Blackwood, el hijo menor de Lord Samwell Blackwood. Y también su hijo más sádico.
Las personas solían pensar que su hermano mayor, Benjicot Blackwood, era un hombre violento y desenfrenado. Y hasta cierto punto tenían razón, por algo le conocían como "Bloody Ben". Pero Ben Blackwood era razonable, era un hombre honorable y respondía solo a provocaciones.
Su hermano no. Él se dedicaba a buscarlas.
El menor de los Blackwood era conocido por ser calculador e irascible, en el mejor de los casos. Era un total adicto al conflicto, pelear era su pasatiempo favorito. Siempre tan dispuesto a derramar sangre solo por diversión.
-¿Acaso eres sordo, basura de Bracken?- su voz estaba justo a mis espaldas.
Reprimí un estremecimiento y lo encaré.
Y ahí estaba él: alto, grácil y enojado. No podría considerarse como "hermoso", su ceño siempre estaba fruncido, su boca siempre parecía estar en una mueca despectiva y sus ojos solo transmitían promesas perversas. Así que no, no era hermoso. Y aún así...
-¿Qué quieres, Blackwood?- le contesté con mi mejor interpretación de aburrimiento. -¿Se quedaron sin ratas para comer en tu castillo? ¿Y ahora te mandan a buscarlas entre las piedras?
Su rostro no cambió, solo dio un paso más al frente.
Mis manos picaban por agarrar el pomo de mi espada, pero no le daría esa satisfacción.
-Seguro que piensas que eres inteligente, niño bonito.- su boca se torció con desprecio mientras me recorría con la mirada, desde las botas hasta mi rostro. -Pero puedo asegurarte que si te mato ahora tu padre ni siquiera te extrañará, solo se molestará por tener a un perro menos que mandar.
La amenaza apenas se registró en mi mente, el pequeño Blackwood me había amenazado tantas veces que ya era algo normal para mi. Mis nervios no se debían a eso, sino al título que siempre usaba cuando se dirigía a mi: "niño bonito". Era estúpido e irrazonable de mi parte que me pusiera nervioso cada vez que me llamaba así, pero no podía evitarlo.
-Tienes una gran boca, Blackwood, pero casi nada de dientes.
Y tan predecible, pensé.
-Todo está en el casi, niño bonito.- contestó con brusquedad acercándose otro paso a mi, como sabía que haría. -Recuérdalo, estás a un mal día de que mi cuchillo se manche con tu sangre. Es solo cuestión de tiempo.
Ahora me tocaba cerrar a mi la distancia entre nosotros.
Era siempre el mismo baile entre él y yo. Siempre buscaba un insulto nuevo pero era la misma amenaza, el mismo apodo. No era tan idiota para no saber que él tenía razón y sólo era cuestión de tiempo. El miedo nunca se iba en su presencia pero con el paso de los años, comencé a tomarle un gusto a tentar al destino provocándolo de regreso.
-Quizá no sea así, Blackwood. Quizá sea tu sangre la que termine en mi espada.
Su nariz estaba a un respiro de la mía y a pesar de que yo era más alto por centímetros, él parecía opacar todo lo demás.
Sonrío de lado y su lengua barrió sus dientes blancos en un movimiento rápido.
-Las espadas son aburridas, Bracken. Cuando te corte, será con mi cuchillo. Lo último que verás será a mí, lo último que sentirás seré yo. Y entonces me pintaré con tu sangre, niño bonito. Apuesto a que sabes bien.
Mi estómago se retorció con una emoción diferente y no deseada, pero mi máscara de aburrimiento seguía en su sitio.
El menor de los Blackwood miró detrás de mí, carraspeó y escupió hacia mis acompañantes. Me dedicó una mirada más y se dio la vuelta. Era tan arrogante que nos dio la espalda sin más, adentrándose de regreso a sus tierras con calma.
-Mantén a tus amigos cerdos lejos de mis tierras, Bracken- gritó sin voltear.
Y continuó caminando con mis ojos fijos en su espalda, hasta que se pierde entre los árboles del bosque.
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Blackwood x Bracken
FanfictionFanfic de Davos Blackwood y Aaeron Bracken, de la serie House of the Dragon S02 capítulo 03.