Capítulo tercero

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Con mirada ausente y como si no hubiera ocurrido nada, Jimin sigue manoseando los cruasanes, colocándolos cuidadosamente en una bandeja para introducirlos en el horno, mientras Jungkook, solo puede observar petrificado.
—¡Ves, por culpa de esa mujer voy con retraso!—protesta, sin ser consciente, de que sus manos sucias lo están manchando todo—¡Mira que hora es y aún no hemos abierto!.
—Jimin amor—susurra Jungkook interponiéndose entre su amado y el horno—no podemos abrir hoy, sin antes resolver… lo que hay en la tienda.
Jimin, se detiene con expresión desconcertada con la pesada bandeja entre sus manos.
—¿Por qué dices eso?,¡Ya le he dado a esa mujer lo que quería!.
En ese instante, se da cuenta de que el horno está apagado.
—Creía, que lo había encendido…
Jungkook, se aproxima a él para tocar suavemente su hombro.
—Jimin, lo he apagado yo cuando entré  por la puerta de atrás, al ver todo el humo que se había formado.
—¿Por qué has hecho eso?,¡Ahora tardará mucho tiempo en volver a calentarse!,¡Hoy abriremos muy tarde y los clientes se molestarán mucho!.
—Amor—susurra de nuevo Jungkook junto a su oído, al tiempo que ahora presiona su hombro suavemente—Hoy no abriremos.
Con expresión perturbada, Jimin voltea sobre sí mismo con la bandeja repleta de cruasanes ensangrentados.
—¿Por qué, Jungkook?, después de todo lo que me he desvivido, para que todo esté listo y preparado, ¡Así,no conseguiremos nuestro objetivo!.
Jungkook frustrado suspira, segundos más tarde estalla.
—¡Porque, tenemos a una mujer muerta tirada en medio de la tienda!, ¿Qué demonios, vamos a hacer con ella?,¡No podemos abrir, con la vieja que te has cargado, ahí tendida en el suelo!.
Al escuchar sus palabras, Jimin parpadea confuso.
—¿Esa mala p**a?—sisea con rabia—¡Se lo merecía!, ¡Dando por c**o, con su p**a barra de pan!.
Ahora es Jungkook, quién se sorprende.
—¡Asesinaste a esa mujer, aposta!.
Furioso, Jimin lanza la bandeja sobre la mesa provocando un gran estruendo y que todos los cruasanes se desparramen.
—¡Si, lo hice, me la he cargado!—gruñe, encarándose a su socio y amante—¡Un cliente horrible menos!,¡Te dije, que lo mío no es atender sus caprichos!, ¡Lo mío, es crear obras de arte culinarias, no soportar viejas locas!.
En ese instante, Jungkook comprende la verdad sobre la situación.
—¡Voy a llamar a la policía!—exclama, con el móvil entre sus manos temblorosas—¡Diremos que ha sido un accidente, una mujer con su edad, ha resbalado y se ha golpeado la cabeza!, Si contamos los dos la misma versión…pasaremos la noche en comisaria y mañana estaremos de vuelta.
Ahora, es el turno de Jimin, de interponerse entre Jungkook y su móvil.
—Dame el teléfono, no vas a llamar a nadie.
—¿Qué?.
—¡Que me des el p**o teléfono!.
—Pero…te-tenemos que llamar a la policía…tienen que llevarse a esa mujer…¡No te preocupes, diremos, que ha sido un accidente!, ¡Ha resbalado y se ha golpeado la cabeza!,¡Se la llevarán y podremos seguir con nuestras vidas!.
Sin embargo, la idea que tiene Jimin en mente, es otra y de un violento manotazo, arrebata el teléfono a Jungkook.
—¡Si, vamos a seguir con nuestras vidas, pero no vamos a llamar a nadie!,¡Si llamas a la policía, a los diez minutos todo el barrio lo sabrá!,¿Y qué creés que dirán?, ¡Nadie querrá comprar, en una panadería donde ha muerto una vieja!.
Jungkook, parpadea atónito mientras su mente sopesa las posibilidades.
—¿Y entonces, qué tienes pensado hacer con ella?—inquiere medio convencido, señalando con sus brazos extendidos al otro lado de la puerta, donde se halla el cuerpo de la mujer—¿Guardarla en el congelador?.
Jimin sonríe.
—No es mala idea…además a esa vieja gruñona, seguro que no la soportaba nadie y nadie la echará de menos…
Seguidamente, se limpia las manos en el delantal, para después empujar la puerta batiente que conduce a la tienda.
—¡Vamos ayúdame!—ordena agarrando a la mujer por las piernas—¡La meteremos en una de las cámaras!,¡Luego tú terminas de limpiar la sangre, mientras yo horneo todo lo que tengo pendiente!,¡Después, abriremos como si nada hubiera ocurrido!.
Un tanto confuso, Jungkook obedece sujetando el cuerpo por debajo de los brazos y seguidamente entre los dos, lo introducen en una de las cámaras del obrador.
—¡Listo!—exclama Jimin satisfecho—¡Ahora voy a terminar de hornear mientras tu limpias!.
Jungkook, sigue dudando.
—¿De verdad, vas a hornear todos estos cruasanes y brioches manchados de sangre?.
—¡Claro, no voy a tirar todo este género!—responde su amante, socio y ahora autor de varios delitos—¡Además una vez pintado con huevo y horneado no se notará nada!.

Continuará…















CON MUCHO AMOR (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora