Capítulo 4

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Una, dos, tres, cuatro, cinco latas cada uno y ya empezaban a hacer efecto.

Ambos estaban en el piso con la caja de pizza separándolos mientras miraban una de las series policiales. Jimin seguía algo resentido con Yoongi y no comprendía por qué.

El omega no podía prestar atención a la serie cuando tenía al rubio tan cerca, abrazando sus piernas mientras hacía puchero por lo que fuera que pasara por su cabeza. Se veía tan sublime de cualquier manera, ese alfa era lo más precioso que sus ojos solo querían ver. Porque Yoongi estaba consciente de que existían cosas más hermosas pero ninguna poseía lo que el alfa, era una cosa que no podía explicar aunque tal vez podía tener relación con su deseo de cuidarlo o besarlo, no estaba del todo seguro.

Jimin lo miró y rodó los ojos volviendo a mirar la serie, Yoongi sintió su molestia, el alfa era bastante resentido. Supongo que es su instinto territorial pensó el omega quitando la caja del medio.

—Minnie —lo llamó, el alfa volteó a verlo. —Aún no me has perdonado ¿Cierto? —el rubio negó. —Lamento no haber contestado tus llamadas.

—No quiero tus disculpas, Yoon —respondió aún abultado sus labios. — Metetelas por el ano.

Yoongi río ante la contestación infantil. —Disculpa, pero entre nos solo a uno le gusta meterse cosas en el culo —respondió despreocupadamente haciendo que las mejillas de Jimin ardieran. Aún con las luces apagadas y siendo iluminados por el televisor, el omega pudo ver el rojo en las mejillas del alfa.

—Eres un estúpido idiota, tal vez a tu amiguito le guste que seas así de imbécil. —bufó sin mirarlo.

—Taehyung nada tiene que ver con tus berrinches, que seas un alfa infantil no es su culpa —volvió a contestar gateando hasta él para empezar a delinear su perfil con uno de sus pálidos dedos.

—A puesto que él es muy maduro ¿Verdad? —habló dándole un manotazo a Yoongi para que este abandonara lo que hacía más el omega siguió acariciando su rostro con el mismo dedo.

—En realidad no tanto pero da igual, Jimin —el peli negro habló en su oído haciendo que el cuerpo ajeno se estremeciera. —Considero que es más relevante tu preferencia por estimular tu próstata.

— Callate — gruñó con molestia.

—No quiero —contestó el omega con altanería. —¿Llegas más fuerte o qué?

La paciencia de Jimin llegó al límite y se volvió empujando a Yoongi sobre el piso subiéndose sobre él. Las manos del alfa quedaron sobre el pecho del omega con ambos muslos al costado del cuerpo debajo de él. Jimin se acercó al rostro ajeno mirándolo a los ojos, podía jurar que el café en los ojos del omega se oscurecieron un tono.

—Deja de molestarme con ello, si, llego más fuerte que con una paja y me encanta. —que Yoongi se relamiera los labios lo hizo sentir momentáneamente cohibido pero el alcohol en su sistema hizo que rechazara el bochorno en sus palabras. —Y si tienes algún problema con ello será mejor que lo digas, no me jodas las pelotas con tus comentarios y suelta lo que tengas para decir de una buena vez

En su defensa, Yoongi no pudo evitar imaginar en el rostro del alfa cada vez que empujaba algún juguete dentro de él o como se vería con alguna de las prendas dentro del maldito cajón. Además, el ambiente y el alcohol no ayudaban mucho. Ni siquiera lo pensó, Jimin enfadado lo puso a mil, sus labios color fresa y la postura de autoridad, tan natural en un alfa.

Sonrió levantándose escasos centímetros rozando los labios ajenos, el alfa sobre él se quedó hecho piedra ante su acción y no perdió la oportunidad de invertir sus posiciones. Ahora el omega estaba sobre el alfa, posicionado entre las piernas de este.

—A veces creo que tus berrinches no tienen fundamento —murmuró el omega con la voz ronca rozando los carnosos labios ajenos. —Otras veces algo me dice que hay una razón detrás de esos celos sin sentido pero me confundes.

Jimin no supo que contestar, su cabeza tampoco pudo formular algo coherente. El aroma del omega había nublado su juicio, la cercanía y el calor del peli negro sobre él hacían que su cabeza no pudiera pensar en otra cosa. Mucho menos cuando el omega se alejó escasamente para después arremeter contra su boca en un beso bastante intenso.

Jimin no podía creer lo que estaba pasando, los labios de su mejor amigo estaban sobre los suyos. Su amor platónico le estaba comiendo la boca. El alfa culpó al alcohol de que Yoongi lo besara, también de que empezará a acariciar sus muslos y de que él mismo correspondiera al beso. La lengua del mayor se involucró haciendo el beso más intenso, Yoongi era quien dominaba y el alfa no pudo sentirse mejor.

Ambos se separaron momentáneamente por falta de oxígeno, Yoongi apoyó su frente contra la ajena.

—Lo siento —murmuró el alfa.

—Yo no lo siento en lo más mínimo —contestó el omega.

—Espero que sigas diciendo lo mismo mañana por la mañana cuando estés sobrio —medio gruñó Jimin.

—Lo veremos, berrinchudo —se burló levantándose para tenderle la mano al menor.

—¿Qué demonios acaba de pasar?

Yoongi enarcó una ceja. —Te acabo de besar y ahora vamos a dormir.

Bien, las cosas podían salir muy mal y ponerse demasiado incómodas para el alfa.

✨✨✨

Yoongi despertó con dolor de cabeza y abrazándose a una masa tibia, o bueno, un cuerpo a decir verdad. Quiso reírse en alto de la posición que había adoptado con su mejor amigo si es que lo seguían siendo, porque recordaba perfectamente haberlo besado y que este no se apartó en ningún momento. Sinceramente esperaba ser rechazado, no correspondido.

El omega cerró los ojos cuando Jimin se removió en sus brazos, estaba acostados tipo cucharita con el pomposo culo del alfa contra su entrepierna ¿La vida no podía ser más cruel? Porque moría ganas de frotarse contra ese culo, por la diosa luna, era su amigo.

Respiró hondo tratando de volver a dormir pero que el alfa sea inquieto no es como si fuera de mucha ayuda. Lo abrazó más fuerte dispuesto a dormir pero su móvil comenzó a sonar en algún lugar de la habitación, Stone cold de Demi Lovato comenzó a dejarse oír, Yoongi podría justificarse diciendo que le gustaba el ritmo y la mujer tenía una increíble voz.

Soltó el cuerpo de Jimin alejándose lo más rápido posible, como si fueran dependientes, el rubio despertó notando la ausencia ajena.

Jimin frotó sus ojos viendo a Yoongi rebuscar su celular en su mochila. Cuando el omega lo encontró, sonrió para después contestar.

—¿A qué hora? —el peli negro siguió escuchando al otro lado de la línea. —Si, llegaré —dijo mirando la hora en su celular para volverlo a poner sobre su oreja. —Si, si estaré allí, mocoso — bostezó mirando a Jimin en la cama. —Nos vemos, Taehyung.

Lo había dicho a propósito, por dios, su omega interior estaba provocando al alfa. Le encantaba sacarlo de quicio y un placer abrumarte recorrió su cuerpo cuando Jimin hizo una mueca. Yoongi comprendió lo contradictorio de sus sentimientos porque amaba la posesividad del menor con él.

—¿Recuerdas lo que pasó anoche? —se atrevió a preguntar el rubio sin mirarlo directamente.

—Claro que si, Jimin —respondió el omega rebuscando su ropa, no podía ir a buscar a su amigo en pijama. —¿Qué hay con eso?

—¿Por qué lo hiciste?

Yoongi detuvo lo que hacía para mirarlo directamente. —Porque quise y sentí la necesidad de hacerlo.

Jimin frunció el ceño confundiéndose aún más.

Alfa peculiar - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora