Joel
Año 1989
Hace un año, ni en mi cabeza había pasado el hecho de ser padre a los 22 años, pero ahora todo era diferente. El día que Norma me dio la noticia, no podía creerlo. Claro que no estaba listo, y tenía tanto miedo de ello. Ya me hacía cargo de Tommy que tenía 16 años en ese entonces y la obra no daba lo suficiente para poder mantener a una pequeña criatura inocente.
Pero si algo aprendí de mi padre ausente, y que estaba seguro de que muchos podían dar fe de aquello, es que no huía de las responsabilidades. La noticia fue de impacto, pero eso no quería decir que la iba a dejar sola y escapar como ella pensaba que lo haría o incluso como sus padres me amenazaron.
Amaba a Norma, pero los problemas en nuestra relación empezaron a partir del momento en el que empezamos a vivir juntos. Ya nada era igual, no se sentía de la misma forma que hacía unos meses.
Porque era cierto, llevábamos pocos meses juntos. La conocí fuera del colegio el primer día de clases luego de acercar a Tommy a la puerta. Ella estaba llevando también a su hermana. Quizás la conexión y la atracción fue suficientemente fuerte para que a la semana estuviéramos juntos.
Nunca establecimos nada, nos gustaba pasar tiempo juntos y eso al parecer estaba bien para ambos. Siempre hubo respeto para los dos porque había sentimientos de por medio, y creo que yo fui el primero en caer.
Luego de que sus padres se enteraron del embarazo, la amenazaron con abortar, pero yo me negué. No los entendía, primero insistían en que no escapara y me hiciera responsable y cuando les asegure aquello, ella llegó a mi casa llorando, diciendo que había negaron su existencia y la corrieron de su casa. Eso también fue uno de los puntos de quiebre por los que ella se alejó de mí.
Por mi parte, intentaba dar todo lo que podía, todo lo que estaba a mi alcance para poder recuperar lo que teníamos; porque luego de ver ese primer ultrasonido y que el médico nos dijera que el bebé estaba bien. Todo temor se esfumó y cada noche soñaba con poder cargar ya a ese pequeño ser. Y ella tenía la misma ilusión, me lo confesó esa noche luego de llegar a casa.
Dos meses antes de la fecha prevista de parto, mi relación se rompió en su totalidad. Ya no teníamos esa afinidad y ninguno sentía lo mismo por el otro. Ese amor poco a poco se perdió. Aunque fue lo mejor, porque estos últimos meses, la convivencia mejoró.
Ya no había nada entre nosotros, y aunque estaba seguro de que siempre existiría ese cariño por ser la madre de mi hija, comprendimos que lo de nosotros no podía ser. Pero teníamos una persona que dependería de nosotros y de la relación sana que mantuviéramos para poder sacarla adelante. Norma seguía viviendo en la casa y eso dejaría de ser así hasta que ella lo decidiera.
Al parecer todo iba bien, Sarah nació en el tiempo que lo habíamos previsto y en ninguna consulta nos decían nada sobre algún problema. No me dejaron entrar al quirófano para recibir a mi hija, pero luego de unos minutos, la llevaron conmigo al cuarto. Todo parecía ir bien, sin embargo, ahora que estoy sentado con mi niña en los brazos, esperando a que el doctor saliera del quirófano para darme alguna razón de ella, todo se volvió gris.
Sarah estaba profundamente dormida sobre mi pecho luego de que se tomara el biberón con fórmula completa. Se agarraba con sus pequeñas manos a mi playera y el olor que desprendía era el mejor calmante que podía recibir en ese momento.
Y luego la noticia...
Norma ni siquiera alcanzó a conocerla, luego de estar 30 minutos más esperando, el médico llegó con la noticia de que no había resistido a la intervención. Nunca supimos que ella padecía de eclampsia, y su corazón no resistió el parto. Ni siquiera la ginecóloga que la atendió supo de ello.
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Mutual Reward ---- Joel Miller // (Pedro Pascal)
RandomFuerzas unidas, hacen las cosas más sencillas. ¿Sera verdad cuando el mundo que conocías desapareció? Emily Campbell está impuesta a cumplir con las Luciérnagas si quiere volver a ver a su hija. Todo lo que ha hecho ha sido con ese propósito, tener...