Los asistentes -COMPLETO-

Capítulo 20

Las vacaciones de Navidad siempre fueron la época favorita del año de Harry. Con sus padres ocupados horarios de trabajo durante todo el año y la asistencia de Harry a Hogwarts, tenía muy poco tiempo para pasar con su familia cada año. La Navidad fue la única constante que garantizó al menos un par de semanas ininterrumpidas para que los Potter pasaran tiempo juntos.

Lily amaba la Navidad, al igual que James. James había crecido con las celebraciones típicas de Yule de sangre pura en lugar de Christmas—, algo que Lily estaba horrorizada de escuchar—, pero había crecido una afición especial por las vacaciones de muggles. Si bien la entrega de regalos fue un elemento básico de las celebraciones de Yule, las decoraciones y el espectáculo de la Navidad fueron un poco más alegres y brillantes.

Y así fue que la casa de Potter estaba prácticamente llena de decoraciones navideñas. James había salido todo. Guirnaldas verdes acurrucadas a lo largo de las barandillas, oropel se extendía a lo largo de las paredes, innumerables decoraciones cubrían todas las superficies disponibles, y un hermoso árbol de Navidad se sentaba en la sala de estar.

Harry prácticamente corrió por las escaleras mientras tiraba de sus nuevas túnicas. Las túnicas verdes de botella habían sido un regalo temprano de Hermione, quien insistió en que a Tracey y Daphne les encantaría. Tenía que admitir que pensaba que se veía bastante apuesto en ellos. Hace mucho tiempo que aprendió del sentido de la moda de Lily que las túnicas verdes resaltaban sus ojos agradablemente.

"Al poco tiempo allí," James se rió entre dientes con Harry mientras agarraba la barandilla en la parte inferior de la escalera y se balanceaba en la sala de estar.

Harry sonrió a su padre. "No hoy. No he visto a Tracey o Daphne en más de dos semanas!" Sonaba infantil como lo dijo, como si las dos semanas hubieran sido equivalentes a toda una vida. De alguna manera había sido. Toda la vida de Harry cambió después de que estas dos maravillosas mujeres entraron en ella. Nunca podría haber imaginado lo felices que lo habrían hecho, y cuánto había dolido estar lejos de ellos.

"Dos semanas", jadeó Lily mientras ella también bajaba las escaleras. Llevaba túnicas granate con acentos dorados, igualando perfectamente las túnicas de James. Una sonrisa juguetona tiró de sus labios. "Cómo sobreviviste?"

"No seas demasiado duro con él, Lily", se rió entre dientes James mientras barría a su esposa en sus brazos. "No recuerdas la noche después de que nuestros últimos exámenes se hicieron y me llevó al armario de la escoba en el cuarto piso y-"

"Eso es suficiente!" Lily exclamó y rápidamente plantó sus labios en James para evitar que hablara. James se rió entre dientes mientras besaba a su esposa. "Deberíamos irnos, no queremos hacer que Harry espere demasiado."

James le guiñó un ojo a Harry mientras se alejaba de su esposa. Harry le puso los ojos en blanco, pero no pudo evitar sonreír ante las travesuras de su padre. Le encantaba molestar tanto a Lily. Fue conmovedor ver cuánto se preocupaban sus padres después de tantos años juntos. Harry esperaba que él, Tracey y Daphne fueran así.

Sosteniendo a Lily como su lado, James agarró su mano sobre el hombro de Harry y junto a los tres aparearon a la casa de Sirius, Number 12 Grimmauld Place.

Aterrizaron en el largo pasillo de entrada en la planta baja de la casa de Sirius. Al disfrutar de su entorno, Harry no pudo evitar engañar sobre lo que su padrino había logrado esta vez.

Era bien sabido que Sirius despreciaba la casa ancestral de la familia negra. Su infancia aquí no había sido feliz. Sin embargo, después de la muerte de sus padres, había decidido que era hora de hacer algunos buenos recuerdos aquí. Por supuesto, esto a menudo significaba que Sirius hizo todo lo posible para desmantelar la estética congestionada, primaria y adecuada que su familia había establecido para animar un poco las cosas.