† Chapter five †

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Emilio Dednam

Mi día ha transcurrido de lo más normal. Si Alicia supiera que la abogada Estela se me ha acercado muchas veces la mataría.
La he notado menos activa con los ejercicios, no ha querido salir a trotar conmigo ni en las mañanas ni en las tardes.

Yo:

Alicia mi amor, ¿Has comido? Dime qué te tomaste el jugo que te hice.

Mi razón de ser:

Milo, ya me tomé el jugo así que puedes estar tranquilo, también comí, ¿A qué no adivinas que me compré?

Seguramente una gran hamburguesa familiar.

Yo:

Una hamburguesa familiar y que de seguro fueron dos.

Mi razón de ser:

¿Que comes que adivinas? JAJAJA te amo. ¿Ya saliste? Quiero que vengas a por mí.

Yo:

En cinco minutos estoy allá.


Alicia Turner

Anaia me está haciendo compañía mientras emilio llega a por mí.

— ¿Le has dicho que te has sentido mal?

— No, eso jamás, sabes cómo es él.

— Bueno, pero entonces me dices que te has sentido... ¿agotada?

— Un poco, solo a veces pero no es nada malo ésto solía pasarme muy a menudo cuando tenía los dieciséis años.

— Bueno, recuerda que si te sientes peor deberás ir al médico

— Ajá, está bien

— Es en serio, Ali, tienes que hacerlo si te sientes peor — insiste Anaia.


— Está bien, lo haré no te preocupes. Emilio ya llegó por mí, ¿Nos vemos mañana?

— Si Dios lo quiere, ve con cuidado y dale saludos de mi parte. — anaia me da un abrazo cálido.

Me subo al auto y mi novio me recibe con un hermoso ramo de flores.

— Un ramo de flores para la mujer más hermosa, ¿Que tal tú día?.

— Amor, está muy bello, ¿Dónde las conseguiste?

— Ehm...ejem se las pedí a tu mamá.

Sus mejillas se pintaron de un rosa muy bonito, muy pocas veces lo ví haciendo éso.

— ¿A mi mamá? Ay amor — chillé de emoción —. ¿Pero por qué te pones nervioso?

— ¿Nervioso?...ejem... Te equivocas

— Bueno como sea, están muy hermosas.

Hasta el fin de nuestras Vidas (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora