Mis días han transcurrido super emocionantes, he visitado varias tiendas, he recorrido las calles de París. Todo es hermoso. Apenas llevamos un mes y dos semanas aquí y ya quiero quedarme para siempre.
Termino de ponerme mi suéter de algodón verde, me pongo mis pantuflas. Salgo de la habitación y escucho el tintineo de una cuchara...¿Contra el mesón?.
Me quedo en el umbral de la cocina y lo veo ahí de espaldas, cocinando mientras canta y suena la cuchara con el mesón.
— I wanna touch your body, so fucking electric
I know you're scared of me, you say that I'm too eccentric
I'm crying all my tears and that's fucking pathetic
I wanna make you hungry, then I wanna feed ya
I wanna paint your face like you're my Mona Lisa— I wanna be a champion, I wanna be a loser
I'll even be a clown 'cause I just wanna amuse ya
I wanna be your sex toy, I wanna be your teacher
I wanna be your sin, I wanna be your preacher
I wanna make you love me, then I wanna leave ya
'Cause, baby, I'm your David and you're my Goliath
Uh-huh
Mhm, uh-huhSeguí la canción, el se giró y me vió con esas sonrisa adornando su rostro mientras seguía tintineando la cuchara contra el mesón para que yo pudiera cantar al ritmo.
— Buenos días amor, ¿Cómo dormiste anoche?
— Bien, siento no haber aguantado hasta la última frase. Estás cocinando en la onda. — bromeé.
Porque si anoche también leyó otro libro y me quedé dormida justo cuando iba a terminar la frase.
— Con estilo — sonrió —, ¿Que haremos hoy?
Bueno... Prometió que iríamos a la torre Eiffel nuevamente.
— Ya sabes a dónde, prometiste que volveríamos a ir.
— Vale, también tenía pensado ese lugar. — dijo tomando asiento.
Emilio Dednam
Vaya, lo ha dicho ella, iremos a la torre Eiffel por segunda vez. Espero le guste lo que tengo pensando porque eso me tiene nervioso sin duda alguna.
Nuestro aniversario fué hace días pero aún no le he dado la sorpresa que tanto quiero darle.Alicia se queda mirándome con esos ojos azules que me matan. Me sonríe y se sienta en mi regazo.
— Hemos hecho muchas cosas, pero aún falta una — dijo acariciando mi cuello con su dedo.
Paso mi mano por su cintura, el movimiento me inunda las fosas nasales con ese característico olor que emana su cuerpo y su cabello.
— ¿Si? ¿Cuál?
— Bueno, pues falta que hagamos travesuras por las calles de París. — dijo con simpleza. Esta mujer está loca.
— ¿Que tipo de travesuras?
— Ay, vamos, amor. Correr, bailar, lanzarle piedras a desconocidos.
¿Lanzar piedras? Pero...¿Que tiene en la cabeza?
— No. De eso nada, amor ¿Cómo vas a lanzarle piedras a desconocidos?
— Bueno, asustarlos, solo gritaremos en el callejón ese que estaba oscuro o mejor dicho el que siempre está oscuro.
Se me hace imposible decirle que no. ¿Estamos rompiendo una ley? Soy abogado pero...¿Existe ley para eso?. Ya qué.
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Hasta el fin de nuestras Vidas (PAUSADA)
RomanceAlicia una estudiante universitaria con toda la vida por delante. Su mundo se viene abajo el día que es diagnosticada con una terrible enfermedad Que la dejará sumida en una profunda depresión. Emilio será su fiel compañero en esta batalla. Le enseñ...