𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗.

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Las cosas en casa no fueron mejores

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Las cosas en casa no fueron mejores.

Alondra llegó completamente destrozada. Intentó llorar en silencio de camino a su habitación para que nadie la escuchara, y durante quince minutos lo único que pudo hacer fue sollozar contra su almohada.

Lloraba por su corazón roto, por ella, por Jonathan, porque tenía un montón de cosas en la cabeza. Lloraba porque quería llamar a alguien, pero al mismo tiempo sabía que Rai se lo había prohibido por una razón.

Lloraba porque le dolía, pero sabía que no podía comprar nada de eso con la forma en la que Rai se sentía.

No sabía como ella se sentía.

Se preguntó cuántas veces una situación como esa había afectado la vida de Rai. Se preguntó si alguien lo sabía. Se preguntó cuántas cosas escondía.

- ¿También has tenido un mal día?

Había reconocido la voz de Brisa en cualquier lugar o situación, pero debía admitir que el tono triste acompañado sus palabras no era algo típico de ella.

A veces Alondra olvidaba que las otras personas también podían tener días malos.

- ¿Quieres un abrazo? Yo necesito uno también. — Ofreció la castaña, quien lloraba bajo las mantas de la otra literal inferior.

Alondra corrió hacia ella. Sabía cuánto podía ayudar un abrazo, y en esos momentos ambas parecían necesitar mucha ayuda.

- ¿Por qué lloras, Bri?

Preguntar también ayuda. Lo sabía.

- Si tú me dices tus razones yo te diré las mías.

Alondra suspiro se limpió las lágrimas. Era un buen trato para ella, y no podía negarse ante uno en esa situación en la que se sentía tan culpable y destrozada.

Si tan sólo no hubiese ido ese día.

Si tan sólo no hubiese aceptado ese jugo de cajita.

Si tan sólo no hubiese tirado de la chaqueta de aquel hombre.

Todo era su culpa. Lo sentía. Aún así, Rai había estado dispuesta a protegerla de Jonathan.

Era su culpa. Lo sentía. Aún así, quien sufría no era ella.

- Es Rai.

Aún no quería hablar del resto. No estaba lista para ello.

- ¿Y tú porque lloras?

Brisa la miró, y había un corazón roto en sus ojos.

- Angie y yo terminamos.

- Angie y yo terminamos

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La tatuadora de libélulas // RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora