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Lee JuYeon era un tirano.

Al menos de ello estaba convencido JaeHyun mientras que miraba el desorden poco apetitoso en su plato.

—No voy a comer esto —dijo—, devuélveme mi pancho —Para ser honesto, no lo deseaba demasiado; era sólo el principio tras la cosa.

—No —dijo JuYeon—, comes demasiada comida poco saludable.

—Sucede que me gusta mi comida poco saludable. Un pancho no me va a matar.

—Un pancho no, pero MinJeong me dijo que todo lo que comes es comida rápida y dulces.

JaeHyun levantó la barbilla ligeramente.

—¿Y qué? Soy joven, tengo un metabolismo rápido, entreno todos los días – bueno, solía hacerlo.

—Me lo agradecerás cuando tengas más años —dijo JuYeon—. Una cuota regular de panchos puede hacer más que aumentar tus niveles de colesterol y presión arterial. La carne procesada puede aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas y algunos tipos de cáncer. En realidad, comer un pancho todos los días puede aumentar el riesgo de cáncer colo-rectal en un 20% –

—Me siento tan mal por tu novia. Pobre mujer. Casarse con semejante aburrido.

—Que raro —dijo JuYeon, con los ojos brillantes por la diversión—. Aeri me dijo hace una semana que ella era la mujer más afortunada del mundo.

—Ella te ha engañado —JaeHyun se quejó, apuñalando al desorden en su plato con el tenedor—. Y, te odio.

—No estoy aquí para convertirme en tu mejor amigo —dijo JuYeon—. Ahora come.

JaeHyun frunció el ceño profundamente, y comió.

***

Tres días después, JaeHyun irrumpió en la oficina de su médico y exigió: —Quiero que lo despidas.

El Dr. Hong JiSoo levantó los ojos de su computadora.

A pesar de su enojo, JaeHyun no pudo evitar mirar un poquito como hacía siempre. Con sus ojos azul oscuro, el oscuro pelo y la estructura ósea perfecta, Hong JiSoo era sin duda el hombre más guapo que había visto nunca. Pero apuesto o no, todo era culpa de JiSoo. Era JiSoo el que lo había contratado.

—¿Qué estás haciendo aquí? —dijo JiSoo—. ¿Todavía te duele al caminar?

—Sí, pero…

—Entonces se supone que debes estar descansando —dijo JiSoo—. La regla general del pulgar es que si una actividad te trae algún tipo de dolor o molestia, dejes de hacerla inmediatamente.

—Eso es lo que dijo él también —JaeHyun se quejó—. Quiero que te deshagas de él.

Reclinándose hacia atrás, JiSoo le dedicó una mirada paciente —Asumo que estás hablando de tu nuevo fisio.

—¿Quien más? Quiero que lo despidas.

—¿Por qué?

JaeHyun se metió las manos en los bolsillos, sus ojos color aguamarina cayendo por un momento. Realmente tuvo que morderse la lengua para evitar ponerle apodos despectivos a JuYeon. Al contrario de lo que pensaba JuYeon, él no era un bebé. Dios, odiaba lo infantil e impulsivo que JuYeon lo hacía sentir.

—No me gusta.

—Me temo que esa no es una razón lo suficientemente buena —JiSoo dijo con calma—. Sabes lo cortos que estamos de personal.

—Soy la estrella de este equipo —JaeHyun dijo con una agradable sonrisa—. Es para tu mejor interés hacerme volver a estar en forma tan pronto como sea posible. ¿No es ese tu trabajo, JiSoo?

𝗦𝗚, 04. 𝗪𝗥𝗢𝗡𝗚 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora