🎮 - 02

821 97 18
                                    

La fiesta no estaba siendo aburrida, como Danielle había pensado en un principio. Ella se divirtió con Hanni y sus otras amigas.

Sin embargo, hubo un momento donde Danielle se sintió enojada con el universo. Sana y Tzuyu comenzaron a bailar juntas, cada vez más pegadas y riéndose, eso hizo que Danielle estuviera celosa; ella quería hacer eso con Haerin. Rayos, estaba pensando demasiado en esa gamer.

El alcohol sólo aumentaba, Hanni había encontrado una conquista y se la pasaba con esa chica. Mientras Danielle sólo bebía shots como agua, tratando así de tal vez perder la timidez frente a Haerin. Sólo esperaba ser correspondida en su misión.

Alrededor de las tres de la madrugada, Danielle estaba completamente borracha y bailaba sola. En un momento sintió manos en su cintura y se giró para golpear al idiota que se atrevió a tocarla e interrumpir su diversión.

Abrió su boca, se había olvidado de ella por un segundo.

— ¿Es una nueva costumbre tuya?

— ¡Hae! — rió alegre. — ¿Qué haces aquí?

— Uh, se supone que ya deberíamos volver a casa, es tarde. — de pronto recordó que sus manos no se habían movido de lugar, así que se sonrojó e intentó quitarlas de ahí.

— No, ven, baila conmigo. — en cambio, la mayor se acercó más. — Estoy muy sola aquí.

— No sé bailar. — tal vez sí la luz no fuera casi nula, Danielle habría notado el sonrojo de sus mejillas. — ¿Dónde está Hanni?

— Oh. Me dijo que nos fuéramos juntas, ella va a casa antes de que se despierten.

Haerin frunció el seño. — Mierda, papá me matará sí se entera.

— ¡No tiene que saberlo! — sí esto fuera un dibujo animado, un foco de luz aparecería sobre su cabeza. — Vamos nosotras y duerme conmigo en su cama, nadie sospechará que no eres ella porque tienen el mismo color de cabello.

Otra vez, Haerin y su sonrojo. — D-danielle...

— ¡Vamos, vamos! — pegó saltitos y tomó una de las manos de su menor, saliendo casi corriendo y a tropezones de la fiesta.

El camino a casa no fue complicado, lo que era difícil fue mantener la concentración. Danielle era del tipo de borracha que habla mucho, por lo que no dejaba de parlotear y reírse sola. Según ella, hacía mucho calor así que quizo sacarse el vestido.

Por supuesto, Haerin la detuvo en las varias veces que lo intentó.

Al llegar a la casa, todo estaba oscuro y silencioso. Sólo se oía la risita de bebé de Danielle por estar "haciendo travesuras". Sí tan sólo Haerin supiera que no eran las mismas travesuras que ella creía que pensaba.

El cuarto de Hanni era espacioso, tenía su propio baño y el armario era gigante. Muchas veces Danielle dejaba su propia ropa ahí, así que cuando Haerin la dejó sola comenzó a cambiarse.

Los minutos pasaban y Danielle estaba sola en la cama, su celular no tenía batería y era aburrido estar sola en la oscuridad. Sin saber cómo, empezó a lagrimear.

Haerin apareció segundos después de su primer sollozo.

— ¿Por qué lloras?

Danielle se sobresaltó y comenzó a sonreír.

— ¡Pensé que me dejarías sola!

Haerin soltó una risita. — Nunca, Danielle.

Se recostó a su lado, siendo incómoda la situación. Danielle seguía sentada y la poca luz de afuera le dejaba ver a su acompañante.

— Eres linda. — Danielle susurró.

— Eh, gracias. Tú también.

— ¿Crees que soy linda?

— Eres completamente hermosa, Danielle.

Una sonrisa más, y ella comenzó a acostarse también. — Sí, ya sabía.

Haerin contó el tiempo, siendo media hora después cuando se aseguró de que Danielle dormía. Su plan era irse de la habitación, ir a su propia cama, pero cuando intentó hacerlo el cuerpo de Danielle se acercó al suyo, pasando los brazos por ella y terminar por abrazarla.

Haerin se quedó ahí, aceptando el acercamiento.

gamer ᵈᵃᵉʳⁱⁿ ᵍⁱᵖ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora