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Haerin se puso visiblemente nerviosa y tímida ante la pregunta. Todavía estaba cerca de Danielle a pesar de haber cerrado la botella ya.

— Uh, no, no tengo. — negó sin mirarla. — ¿Y tú? — se maldijo internamente por tener esa costumbre de preguntar después de cada respuesta.

— Tampoco. — sin saberlo, las dos estaban más calmadas ahora que sabían eso.

— ¿Por qué la pregunta?

— Has salido mucho estos días, creí que veías a alguien.

— Ah. — comprendió, claro que Danielle había notado eso. — No, sólo es que hubo un evento de Twitch en la ciudad y me invitaron. La verdad no quería ir pero después de...— se calló en un segundo.

— Continúa. — pidió. Y si no fuera porque la luz estaba apagada, Haerin habría notado que Danielle, con los brazos cruzados, se hundió las uñas en la piel por el nerviosismo.

— Nada. — negó y dió un paso atrás. — Eh, es muy tarde y tengo sueño. Te veo en el desayuno. — a punto de voltear e irse sintió como Danielle la tomó por el brazo.

— Haerin...— murmuró acercándose a ella. — ¿Por qué me evitas?

— ¿Yo? No hago eso.

— Por supuesto que lo haces, llevas saliendo e ignorando mi presencia desde que dormimos juntas.

Un hecho que Haerin no quería aceptar ni mencionar. Sí, eso había pasado. Haerin durmió con la mejor amiga de su hermana y trataba de hacer como si no fuera real. Haerin se sintió demasiado bien con el pequeño cuerpo de Danielle con ella.

Tal vez... demasiado bien. Y eso la había asustado.

Recuerda perfectamente como despertaron a la par y lo hermosa que es una Danielle recién despierta y confundida. Pero tenía un problema mayor que no quería hacer notar. Al oler su perfume mezclado con todo el alcohol que consumió, Haerin había terminado por soñar con ella. Y eso había despertado a cierta parte de ella.

Se fue de la habitación tratando de ocultarlo y lo más tranquila posible para no quedar más sospechosa. Cosa que al parecer logró.

Ella no quería bajar su erección tocándose, puesto que Danielle había sido la causante de ello después de todo. Así que tomó una ducha fría y rogó mucho porque eso calmara un poco la situación.

Se sintió tan avergonzada que comenzó a pedirle a sus amigos que salieran juntos cada vez que Danielle aparecía. No quería verla, la pena le había ganado.

Hacía sus streams en IRL porque seguía teniendo un contrato que cumplir y un trabajo que mantener. Pero eso no era lo suyo, ella era famosa por los videojuegos. Jugaba a gran variedad y siempre invitaba a colegas de la plataforma a pasarla bien.

Jeongyeon era su amiga y moderadora del canal hace mucho, por lo que ella sabía de su situación con Danielle y la acompañó en todo lo que pedía. Salía con ella y trataba de hacerla olvidar un poco al menos. Sin embargo, tenían ese torneo de Valorant que jugar ya que se había preparado hace mucho y no podían faltar. Así que Haerin tuvo que quedarse.

Se odió mil veces por no cerrar bien la puerta. También por tener su set up en contra de la entrada, porque el rato que se quedó después de la interrupción de Danielle recibió varias donaciones preguntando que si era su novia o porqué una chica tan linda estaba en su casa. Ella dijo la verdad, que era amiga de su hermana. Pero todo el chat decía que había algo más.

Y Hyein no era tan buena como Jeongyeon. Ella también era moderadora pero no dejó pasar oportunidad de burlarse de su amiga. Por supuesto, Haerin sabía que ella lo haría.

Y después de estar roja hasta las orejas después de tanto tiempo, ahora volvía a sentirlo con la mirada de Danielle.

— ¿Me odias? — preguntó la chica y Haerin tuvo que salir de su trance.

— No, Danielle, no te odio. — respondió intentando no sonar tan nerviosa. — Es sólo que... mmh.

— ¿Que qué?

— Me gustó... ya sabes, dormir contigo. — susurró. Pero al ser de noche y haber tanto silencio se escuchó perfectamente.

— ¿Y por qué te alejas?

— Porque nunca antes me había pasado.

Danielle hizo silencio, Haerin también. Las dos estaban en una tormenta de emociones y pequeños brincos mentales.

— Porque nunca antes me había pasado.

Danielle hizo silencio, Haerin también. Las dos estaban en una tormenta de emociones y pequeños brincos mentales.

— Lo siento, soy patética. — habló Haerin tratando de alejarse.

— No, no lo eres. — seguía sin soltarla. — A mí también me gustó dormir contigo.

— Entonces... — de nuevo tenía las orejas rojas, gracias a la oscuridad Danielle no tenía idea de eso. — ¿Quieres dormir conmigo de nuevo?

Danielle sonrió alegremente, carajo, Haerin estaba siendo demasiado adorable en este momento.

— Sí, dormiré contigo de nuevo.

gamer ᵈᵃᵉʳⁱⁿ ᵍⁱᵖ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora