Capítulo 7 Una bestia feroz y una sorpresa inesperada

105 29 11
                                    

La noche ha sido larga cierta mujer estaba acurrucada en la piel sin fuerzas los dos hombres no lo dejaron dormir en toda la noche. Por la mañana no pudo salir de la cama así que se quedó dormida. Los dos hombres felices pululaban llenos de energía hicieron el desayuno y cuidaron de los niños como si fueran suyos.

Después de levantarse se lavó y comió jugo con los bebes y los besuqueo hasta que se reían a carcajadas de felicidad. Sus caritas se volvieron rellenitas y rosadas se veían mucho más guapos y saludables.

Recogió antes de acostarse todo lo que puso a secar, tenía medio jabalí de cecina que guardo en los grandes cubos de bambú, saco algunos y se lo dio a los niños a su hermanito le dio una fruta blanda cortada en cubitos y salió feliz de la cueva.

Uno de los gemelos todavía jugaba con la rueda que tomo forma mientras el otro no estaba a la vista. Con su pequeña cestita en la espalda quería recolectar algunas frutas para poner a secar y pimiento también, las cebollas en unos días se podrán recolectar incluso habrá cebolletas para plantar.

Se sentía llena de energía y feliz pensando en toda la comida que puede comer una sonrisa aprecio en sus labios, mientas empezó a caminar y se alejó sin querer un poco lejos mientras recogía las dulces frutas y alguna de ellas acabaron en su estómago.

El zumbido de las abejas atrajo su atención y vislumbro parte de un árbol estaba prácticamente convertido en un nido para ellas. Mirándolas de repente se le antojo la miel. Pero las abejas eran más grandes que las abejas normales uno 3 veces su tamaño, eso dio miedo.

Pero podría usar el truco del humo debería funcionar si no lo intento por lo menos pero no puede hacerlo sola hay mucha miel y quiere llevarse más de la mitad.

El sonido de las hojas moviéndose se dio la vuelta con una sonrisa, pero en el lugar de la cara esperada un colosal oso se puso de pie no muy lejos de ella gruñendo ferozmente. Se asusto tanto que casi le sale el alma del cuerpo sin pensarlo salió corriendo como loca con un chillido prácticamente volaba como una flecha sin si quiera saber en qué dirección corre. Los árboles aprecian romperse atrás de ella y la feroz bestia lo seguía sin escrúpulos rompiendo todo a su paso, sin atreverse mirar a tras corría como Speedy Gonzales temiendo por su pequeña ida que acaba de empezar, mirando más hacia sus pies para no tropezar saltaba sobre los raises de los árboles.

Mientras el bosque cada vez se volvía más luminoso y antes de salir del bosque choco de frente con un tronco duro que lo abrazo con fuerza y se la llevo, antes de recuperase del chocó miro hacia un hermoso rostro desconocido, y escucho detrás de ella la lucha. Miro hacia atrás varias personas con lanzas atacaron la bestia. Temblando como una hoja en el viento y su corazón latía con tanta fuerza que casi le sale por la garganta, de echo latía en todo su cuerpo.

- Perra suéltalo, una mujer salió de un lado con una mirada asesina sus labios se movían, pero no podía escucharlo del pitido que sonó en sus oídos sus pies cedieron y quedo inerte en los brazos del hermoso hombre con ojos azules.

Asustada, confundida y mareada mientras sentía como lo levantan como una princesa, en ese momento apareció sus dos hombres con la cara horrorizadas miraron su cuerpo por si estaba heridas, la cesta se perdió en algún momento. Sus manos tocaron su cara y sus manos, pero no lo quitaron de los brazos del extraño, eso fu lo último que supo antes que todo se oscureciera y perdiera el conocimiento.

Al despertar estaba en su cama miro el techo ya familiar aturdida se levantó, le dolía mucho el cuerpo, más sus piernas sus músculos son tensos y dolorosos. Recordó loque paso con miedo persistente.

- Hola hermana. Soy Carmina, dijo entrando con un vaso de agua.

- ¿Carmina..., eres la hermana menor?

Tribu primitiva - un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora