Embarazado de mi ex [Peraya]✓

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Krist Perawat

De acuerdo, escúchame. ¿Estás seguro de que esta no es la cosa más estúpida que has hecho nunca?

Era un día hermoso. El cielo estaba despejado y el sol brillaba, pero aún no hacía demasiado calor. Flores primaverales de todos los colores y formas se alineaban en el paseo del parque Kingston, dando al mundo un aire fresco y nuevo. Yo iba vestido con un par de jeans ajustados y una bonita camisa que me hacía parecer mucho más sexy de lo que normalmente me sentía, como profesor de primaria. Los pájaros incluso cantaban al son de un grupo de músicos sentados en la hierba, más cerca de la fila de restaurantes que bordeaban el parque por el lado oeste, lo que nos proporcionó a los que estábamos disfrutando del día un concierto improvisado.

Y mi hermano, Arthit, tuvo que meter una gran mosca en la sopa sugiriendo que estaba loco.

—No me malinterpretes —dijo Arthit al ver mi ceño fruncido—. Estoy a favor de que sigas adelante y vuelvas a salir con alguien. La ruptura fue hace un año, después de todo, y no has hecho más que enfurruñarte en todo este tiempo.

—No me he enfurruñado —murmuré, enfurruñado y ajustándome las gafas.

—¿Pero unirte a una agencia de búsqueda de pareja? — Arthit continuó como si yo no hubiera hablado.

—La Agencia Perfect Match es una de las mejores compañías de su clase para emparejar omegas y alfas — argumenté, citando un poco de información de su sitio web, en el que había invertido días, quizás semanas, antes de decidirme y registrarme con ellos—. Tienen un historial asombroso de unir parejas exitosamente. Y desde que ajustaron y recalibraron sus algoritmos de emparejamiento, han empezado a hacer todo tipo de emparejamientos: poliamorosos, alfas con alfas, omegas con omegas.

Arthit dejó de empujar el cochecito en el que su hijo pequeño, mi sobrino Fiat, estaba durmiendo la siesta, y me miró fijamente.

—¿Me estás revelando algo? —me preguntó—. ¿Estás buscando otro omega ahora? ¿O Singto te hizo tanto daño que estás buscando dos alfas para compensar el daño que te hizo?

Resoplé y negué con la cabeza.

—Singto no me hizo ningún daño —mentí. Crucé los brazos sobre mi pecho para ocultar la forma en que mi corazón tronaba y rodaba ante la mención de mi ex

—.Tuvimos cinco años estupendos, las cosas se torcieron y yo lo terminé antes de que todo se pusiera realmente malo.

—Mmm hmm —dijo Arthit, mirándome de reojo.

No dijo nada más. Detener el cochecito había hecho que Fiat se despertara bruscamente de su siesta, algo que no le hizo mucha gracia. Cuando Fiat comenzó a inquietarse y luego a llorar en pánico, Arthit se acercó para desabrocharlo y levantarlo.

—Todo está bien, bebé —arrulló Arthit—. Estoy justo aquí. El tío Krist también está aquí, y aunque esté negando locamente su vida amorosa y sus motivaciones, te sigue amando.

Puse los ojos en blanco cuando Arthit me lanzó una mirada burlona.

—Yo no estoy negando nada. Y la mayor parte de mi vida va muy bien, muchas gracias. Incluso he estado haciendo entrevistas para ser director de mi unidad el próximo año.

—Ooh —dijo Arthit, rebotando un poco para calmar a Fiat—. Qué elegante.

—También tengo bastantes posibilidades de conseguirlo — añadí.

Lo que no añadí fue que el hecho de ser un candidato seguro a director de mi unidad se estaba sintiendo cada vez más y más una victoria vacía. Sólo tenía veinticinco años y sería uno de los directores más jóvenes que había tenido la escuela. El puesto conllevaba un importante aumento de sueldo. Incluso podría mudarme del piso que Singto y yo habíamos compartido durante cinco años, y que he estado arrastrando solo durante el último año, y comprar una casa.