CAPÍTULO 3

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Al comenzar un nuevo día en la mansión Jeon, un cachorro puro dormía plácidamente. De pronto, el aroma a vainilla se esparció y las suaves manos del omega sacudieron el cuerpo de Hyunsik para despertarlo.

—¡Hermano! ¡Papá ya está entrenando! —dijo emocionado.

Sik, al escuchar eso, abrió los ojos de golpe y rápidamente se enderezó. ¿Su padre ya estaba ejercitándose? Negó con la cabeza y alzó la vista, sorprendido.

—¡Buenos días, mi amor! —gritó Jimin feliz, lanzándose a los brazos del pequeño alfa.

—¿P-Papi? —El niño alfa parpadeó, enfocando su vista, y fue entonces que entendió lo que pasaba.

—Feliz cumpleaños, cachorro —sonrió Jungkook con una voz ronca, acercándose.

—P-Pero... ¿por qué me despertaron tan temprano? —se quejó, negando con la cabeza.

—Oye, papi hizo que todos nos despertáramos desde las 4 de la mañana —protestó el pequeño Dal-Sun, abultando sus labios.

—Tres de la mañana... —corrigió Jeon entre dientes, aún con ojeras.

—¡Como sea! Lo importante es que hoy mi pequeño bebé cumple 10 años. Te quiero mucho, mi príncipe —el rubio acarició suavemente las mejillas del niño, quien sonrió.

Dal-Sun gateó rápido hasta su hermano mayor, lo abrazó y luego habló.

—Feliz cumpleaños, hermanito.

—Gracias, Dal —respondió Sik, despeinando suavemente el cabello rubio del omega.

En ese instante, Sik sintió una presencia intimidante. Sabía de quién se trataba, así que giró la cabeza y finalmente vio a su héroe.

—¿Para mí no hay abrazo? —preguntó Jeon curioso, dejando el pay de limón en el buró.

Rápido, el niño alfa salió de las sábanas y se lanzó hacia Jungkook, abrazándolo con fuerza.

—Papá... —murmuró Hyunsik, cerrando los ojos.

Hace cinco años, el Señor Jeon había regresado al lado de Jimin y descubrió el regalo más hermoso de la vida: un niño. Por mucho tiempo, el alfa puro había odiado a los cachorros, considerándolos una molestia. Jeon se había prometido no tener hijos por miedo a una familia y a cometer los mismos errores del pasado, pero cuando conoció a Hyunsik, sus ideales cambiaron por completo.

—Estás creciendo demasiado rápido, Sik —murmuró Jungkook, brindándole calor.

Jimin los observó con el corazón emocionado, sonriendo al sentir como alguien se acercaba a él para abrazarlo.

—¿Ya podemos partir el pay, papi? —preguntó Dal-Sun, olfateando a su padre omega.

El rubio asintió lentamente, dejando un beso suave sobre la frente del cachorro. Al cabo de unos segundos, bajaron al primer piso de la mansión, donde muchas personas esperaban al cachorro de cabello negro. Los hombres que cuidaban a los reyes de la mafia protegían todo en silencio, observando la pequeña fiesta del príncipe del infierno.

—Oigan —llamó Hibou y de inmediato tanto alfas como omegas le obedecieron— quiero que se coloquen un gorrito de fiesta. Escojan el que más les guste —les extendió una caja con varios modelos— el que no se lo ponga tendrá una cita a solas con Ren —sentenció sonriendo.

De inmediato acataron la orden, muertos de miedo.

—¡Abuelita Soyeon! —habló emocionado Sik.

—¡Hola, mi príncipe! Cada día estás más alto —musitó la señora sonriendo— feliz cumpleaños, cachorrito. Espero que mi regalo te guste.

🎐𝑻𝑬𝑵𝑻𝑨𝑪𝑰Ó𝑵  𝟛 ❄️ «ᴊᴇᴏɴ ʜʏᴜɴꜱɪᴋ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora