CHOSEN FOR THE CATASTROPHE - fanfic meme/serio de los pingüinos

V. Contexto sin pretexto.

31 de Octubre. 7:26

Mizu se retuerce sin cesar hasta el último paso que le hacen dar, mientras el resto del grupo se queda callado y sumiso por miedo a lo que pudiese ocurrir.

"P-por favf... Por favofg no mateibs a mis amigfs psf favf... Nu hembs hechof nads-" Mireia ruega por piedad, costándole hablar entre su cinta, mientras se mantiene a la orden de los guardias. El miedo de perder su vida y la de sus amigos aumentando por cada metro que avanzaban.

Tras ese largo pero silencioso camino por parte de los guardias, finalmente abren una puerta que les introduce a un pequeño cuarto.
El brusco agarre de estos guardias los suelta a los cuatro del grupo de mala manera al suelo, haciendo que se arrodillen con sus manos atadas y sus ojos ciegos.

"N-no entiendf-... Uhggh-" Mizu trata de hablar para quejarse del repentino cambio de lugar.

La luz debilita el campo de visión de ella y de su grupo cuando les quitan la cinta de los ojos y boca, haciéndoles ver que se encontraban en una sotisficada pero elegante oficina, decorada con cuadros y pilares elegantes, pequeña pero seguramente costosa.
Estos se encontraban arrodillados delante de un escritorio minimalista, aunque lleno de centenares de papeles, archivadores, bolígrafos y desorden en general, los cuales estaban tapando la visión de una persona.

"Esto... ¿No estábamos en una mansión?" Lenn escanea la pequeña especie de oficina, o consulta, o lo que sea eso con su inocente mirada.

"Jaj... Nos teletransportamos dos veces en una misma noche... ¿Qué droga hemos tomado, tío?" Mizu ríe mientras mira atrás hacia el resto de sus amigos, los cuales escaneaban el lugar todavía.

Tras investigar todo el espacio, solamente les quedaba mirar para el frente ahora, apreciando como la figura sentada en esta mesa estaba girada hacia la pared con su gran sillón.

"Ehh... Perdone..." Mireia balbucea con voz temblorosa. "Pero si usted es el que nos va a matar, hágalo ya."

"MIREIA QUÉ DIC-" Mizu le grita inconscientemente a Mireia para que deje de decir esas barbaridades, pero Maneki le pega un cabezado por detrás que hace que de calle a tiempo, haciendo que se muerda la lengua.

Finalmente la silla comienza a girarse lenta pero constantemente, revelando una gran copa de vino abrazada por una mano y su respectiva decoración de anillos y pulseras lujosas.

Tras unos largos e incómodos segundos, la figura finalmente se gira al completo, dejando que el grupo aprecie con los ojos bien abiertos un sujeto en traje de chaqueta, esta vez mucho más lujoso que los demás uniformes que pudieron apreciar. Su cuerpo delgado destacaba algunas de sus venas en su cuello o manos, dándole un toque de envejecimiento junto a aquella carencia de pelo que le caracterizaba.
Este se encontraba sentado como si fuera el sillón de su casa (lo cual en cierto sentido era), mientras su miraba reposaba hacia abajo para poder observar a nuestros protagonistas arrodillados con atención, una sonrisa satisfecha adueñándose de su rostro.

"...¿Son ellos, Danone?" El importante sujeto habla con un acento curioso, dirijiendo levenmente su seria mirada hacia atrás mientras guía la copa de vino a sus labios con delicadeza. Danone en efecto se encontraba en sus espalda, actuando como guardaespaldas ante esta importante figura.

"Espera... ¿Dan-?... Ostia puta, ya me estoy acordabdo de todo..." Mizu susurra para ella mientras agita su cabeza en impotencia, apretando sus puños atados para detrás tratando de no gritar de nuevo.

"Mizu..." El hombre del sillón le dirije la palabra con aquel tono serio y demandante pero calmado para no alterar a nadie. "No tienes por qué sobrepens-"