XIV. Profundas conversaciones.

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4 de Noviembre. 8:52

"¿Y por qué el cuchillo y la bañera eran tuyos, eh? ¿Qué sentido tiene eso?" Max pregunta de nuevo desesperadamente.

"No... No lo sé, te estoy diciendo que solamente estaban ahí, no lo sé." Maneki responde levantando las manos de forma sumisa, con un tono aterrorizado a estas horas de la mañana.

"Literalmente NADIE podría haber entrado ahí porque NADIE tiene tu llave más que TÚ, ¿qué prueba es más creíble que esa?" Max le alza la voz incluso más, cada vez rompiendo más su espacio personal.

"Max, te he dicho que te caalmes, veenga..." Danone intenta regular la situación con su calmado tono, agarrando a Max del hombro, pero su mano siendo abofeteada al instante.

Desde que Ciccarone se había ido a desayunar y había dejado a Danone y Max con Maneki para que la vigilaran, Max no pudo aguantarse y esta vez, en lugar de llorar, desahogó toda su ira acumulada en este cuestionario hacia Maneki, el cual no era más que un bombardeo de preguntas en las que no escuchaba siquiera la opinión de esta, sólamente seguía su propio criterio roto por la muerte del Alemán.

"No voy a esperar a Padara... Necesito respuestas ya, Maneki, no me hace ni puta gracia lo que acabo de ver." Max se acercaba cada vez más a ella, quien lentamente se arrastraba para detrás hasta chocar con la pared y tragar saliva.

"Max. Max por favor." Danone suspira y le agarra del hombro de nuevo, Max resistiéndose y apretando su puño con fuerza.

"¡MAX!" Danone grita con fuerza, sembrando un fuerte silencio en la habitación que hace que Max finalmente se gire lentamente y mire a Danone a los ojos, con una expresión preocupada pero impotente.

"Aprende a escuchar, por favor... Tú no eres así." Danone comenta con una voz más suave tras unos segundos. Max muerde su labio inferior con fuerza tratando de no explotar por los sentimientos acumulados.

"Max. Tampoco queremos matar a otra inocente, por favor." Danone alza de nuevo la voz tras recibir su silencio como respuesta.

"...¿Lo entiend-?" Antes de dejar caer otra pregunta con su reconfortante tono, Danone siente los brazos de Max rodeando su cuerpo con fuerza, desde su rostro ahogado se escuchan unos dulces sollozos que no pudo contener más el hombre.
Danone solamente acaricia su cabeza por un rato, dejándole caer un beso en esta para calmarlo y esperando a que sus pulsaciones se regulen.

"...La teoría de Marcello." Maneki levanta la voz tras unos minutos de silencio con esta escena. "La teoría de Marcello, Max, no le hiciste caso cuando te lo contó ¿cierto?"

Max separa su cabeza del pecho de Danone para finalmente girarse y mirar a Maneki con otra expresión totalmente diferente.

"No tenía ni puto sentido." El mafioso responde, tratando de regular un poco su tono ahora.

"Ahora quizás lo tiene, ¿no crees?" Maneki le sonríe para tratar de empatizar con él, aunque por dentro tenía miedo de estar cagándola. "¿Quién más puede haberlo matado que no sea un topo, en esta misma mansión?"

"PUES TÚ-" Max grita instantáneamente con rabia pero Danone le agarra del hombro para que no haga nada raro, tratando de calmarle de nuevo.

"Hey... Entiendo que no me creas, pero por favor no asumas nada hasta el juicio de Padara, ¿sí?" Maneki trata de mantenerse tranquila.
"Las dos únicas teorías viables son el suicidio y el topo, ¿no crees?"

La fuerte respiración de Max remarca que está aguantándose romper todo lo que pueda para desahogar toda su impotencia, pero gracias a Danone, este progresivamente se va calmando.

CHOSEN FOR THE CATASTROPHE - fanfic meme/serio de los pingüinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora