olas florales

65 11 9
                                    

[ CAPÍTULO III ]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[ CAPÍTULO III ]

Me levante algo temprano para hacer quehaceres de la casa, aunque fuera fin de semana tenía que hacer algo en la casa. Papá tuvo que salir temprano para ir a dar sus clases de música. Mi papá trabaja en una de las academias de música más importantes qué hay aquí en el país, y se podría decir que le va muy bien ahí, y mamá, ella no tiene la necesidad de tener un trabajo para poder mantenernos en la casa, pero como a ella le gusta tener su mente ocupada trabaja en un jardín de niños. Así que, la mayor parte de tiempo la casa está sola.

Toda la mañana me entretuve limpiando la casa, aun así ayude en avanzar en hacer la comida, para que mi mamá no llegara apresurada en hacerla toda por completo.

Comimos y yo me dirigí a mi cuarto para cambiarme, como le había dicho ayer a la chica razzles que compraría unas flores hoy, tenía que ir a cumplirlo ¿No?

Me despedí de mi mamá ya que mi papá tuvo que irse antes por el trabajo, salí y tome mi bicicleta.

Llegue y estaba el señor Takeshi sentado en una silla tipo mecedora en su jardín abierto, al parecer estaban esperando clientes.

— Oh joven Ray — Se levantó el señor, para saludarme, copie su mismo acto.— ¿Viniste a buscar a Daila?

— Vine a comprar unas flores para mi mamá.

— Que buen chico eres, puedes pasar, Daila está adentro en el jardín trasero encargándose de los ramos de flores. Si tienes alguna idea de un diseño puedes decírsela — Me sonrío, me daba un poco de desconfianza entrar a una casa ajena, pero el señor no se veía que era mala gente, entonces accedí.

— Gracias, con permiso. — Dije y pase a la casa. Pase por la sala, tenía decoración algo vieja pero muy bien cuidada, tenía algunas pinturas enmarcadas colgadas en las paredes, así como premios de honoríficos que no pude alcanzar a ver.


Para dar al jardín tenía una puerta grande de marco de madera con ventanas en el medio, abrí la puerta y vi el jardín inmenso que tenían, era mucho más grande que el de la entrada, este estaba repleto de puras flores coloridas.

De la nada vi a Daila cortando unas flores que eran como en forma de copa, cada flor que cortaba la acomodaba en un cesto de paja. Su vestimenta era distinta a la que habitualmente usaba, ahora portaba un overol largo con una blusa corta de cuadros blancos y rojos. Su cabello estaba sujeto en dos trenzas con unos mechones de al frente sueltos y un sombrero de paja, las únicas veces que la había visto traía un chongo alto despeinado y sus mechones sueltos.

Hasta parecía granjera.


— ¡Raaay! — Alzó su voz al verme. — ¡Llegaste! — Se acercó a mi con dificultad al pasar por ese mini campo de esas estrellas terrenales. — ¿Viniste por las flores de tu mami?

— Necesito un ramo de flores, solo que no se cuales darle.

— Mm, ¿Cómo es tu mami? ¿Tienes una foto de ella?

lirios, rayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora