●Capítulo 8: Annie despierta-Día 1-Parte II●

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Armin se acercó con cautela para tener una visión mejor de la chica encerrada. Mikasa mantuvo su distancia y se concentró en vigilar la entrada. Las sombras cubrían su cuerpo, era evidente que no quería participar en aquel encuentro.

--Annie...-- Repitió el chico rubio. No hubo respuesta.

Una tenue silueta asomaba en la oscuridad. Todo lo que se oía en aquel espacio eran las respiraciones encontradas entre los tres personajes que protagonizan nuestra historia.

Armin se acercó un poco más hasta tocar las barras de hierro con sus manos.

-- Annie...¿Estás...bien?--

La chica aún se negaba a contestar.

--Yo...Me alegro que hayas despertado...aunque fue un tiempo corto, fuimos amigos...

Las palabras torpes del rubio trastornaban el murmullo de la noche, aunque sus tristes intentos por encontrar qué decir no hicieron que Annie reaccionace.

Hubo un leve movimiento en el cuerpo de la chica, tan imperceptible que solo Mikasa pudo notarlo. Annie se encontraba en estado de alerta, ¿por qué...?

Entonces, por primera vez desde que ingresaron, aquella chica taciturna y silenciosa que se mantuvo dormida por tanto tiempo levantó el rostro.

Pasos sonoros se acercaban. Los guardias estaban de vuelta. Tenían que salir de allí.

Mikasa; atraída por el movimiento de Annie al despegar la mirada del suelo, no pudo evitar dar un paso hacia delante. Por un segundo sus miradas lograron encontrarse...

Con rápidez tomó a Armin de un brazo y lo arrastró fuera. El chico soltó un sorprendido quejido al ser llevado, pero tratò de acoplarse al ritmo acelerado de la pelinegra.

--Están de vuelta...--Murmuró Mikasa, sin prestar atención a nada más que al sonido de varias personas al caminar.

Solo tenían que cruzar un par de celdas más, rodear una esquina y estarían lo suficientemente lejos.

--Armin, venga, apura el paso. -- Su amigo tenía problemas para alcanzarla, diferenciaban en velocidad.

--¡L-lo siento!

--Solo un poco más...--

Su corazón estaba acelerado, romper las reglas sin duda era algo que no acostumbraba practicar.

***

-- Ella no...respondió-- suspiró Armin mientras comenzaba a caminar con normalidad, habían logrado escapar con éxito. 

Mikasa no dijo nada. Caminaba delante con paso apresurado, aún en estado alerta.

-- Es solo cuestión de horas para que la trasladen...debe haber un gran lío...--Las palabras de su amigo fueron interrumpidas dado que la pelinegra se detuvo de golpe, sorprendiéndolo.

¿Trasladarla...? No había pensado lo suficiente en ese hecho. Era cierto...la llevarían lejos...

-- ¿Mikasa?

Un sentimiento de inquietud e incomódidad cruzaba su cuerpo, un creciente desconcierto apareció en su mente, alterando sus sentimientos.

***

Aquella noche escasamente pudo cerrar los ojos. La constante imagen de Annie Leonhardt visitaba sus pensamientos, provocando un constante vaivén en su cama que le impedía dormir.

Una Promesa~ (Mikannie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora