No tardó en acostumbrarse a aquella rutina impartida por Levi Ackerman, quien dio orden a todo su escuadrón de mantenerse alertas a su alrededor en caso de que tratara de marcharse.
Trabajo difícil no era, pues aunque no lo demostrase era una chica muy diligente. Acataba órdenes, ese era su rol en el mundo y lo había sido desde mucho tiempo atrás, así que se limitó a hacer lo que debía.
No podía reprocharles aquella desconfianza...su pasado era algo que no podría borrarles de la memoria tal y como entre aquellos muros acostumbraban.
Fue destinada a compartir habitación con Mikasa Ackerman, quien aparentemente llevaba algún tiempo durmiendo sola y sería la persona adecuada para contrarrestar alguna acción de su parte.
Lo cierto es que a pesar de ello veía muy poco a la chica, más allá de verla en la hora de comida, así como en los posteriores entrenamientos, para cuando salía de ducharse ésta continuaba fuera; intuía que la pelinegra ingresaba al dormitorio una vez que estuviera dormida.
En algunas ocasiones esperaba despierta a apareciera, pero era como si adivinara que la esperaba porque nunca llegaba. ¿Por qué la evitaba justo ahora? Pareció ser tan impertinente yendo a verla cuando se encontraba custodiada...¿y ahora que estaba "libre" huía de ella?
Annie se permitió sentirse un poco indignada...no había demasiadas emociones que se pudiera permitir sentir...pero ésta vez, solo ésta vez...deseó ser cualquier chica indignándose porque era ignorada.
Al despertar era la misma historia, antes del amanecer no había rastro de la Ackerman; cosa que provocaba una extraña sensación en su pecho que realmente le incómodaba...no podía evitar traer a su mente los más recientes y descolocados acontecimientos que la misma pelinegra había iniciado...¿Y ahora se escondía de su presencia...? ¿Qué estaba pasando?
***
Estaba siendo una jornada agotadora, Jean no desaprovechaba oportunidad para recordarle sus viejas acciones, así como evocaba el nombre de Marco una y otra vez. Cosa que trató de ignorar, algo que lo enfurecía en mayor medida, hasta el punto de llamar tanto la atención con sus gestos llenos de ira que los demás miembros del escuadrón detuvieron su entrenamiento y los veían con cautela.
Connie se acercó a su amigo en señal de detenerlo en caso de que Jean saltara sobre Annie, mientras que Armin daba pequeños pasos hacia el grupo que se estaba formando alrededor de ambos.
Pronto tanto Eren como Mikasa se dirigían hacia el repentino problema en el que se estaba convirtiendo aquel entrenamiento.
Se suponía que se enfocarían en sus habilidades de combate cuerpo a cuerpo antes de entrar directamente al estudio de combate con el titán de ataque y el titán hembra. Pero a ese paso las cosas tomarían un rumbo muy diferente.
Conscientes de ésto, Hange y Levi pensaban en cuál sería el momento preciso para intervenir.
Annie no estaba de humor para aquellas cosas, pero tal y como estaba su situación recurrir a la violencia para aplacar a aquel chico no era una opción razonable.
Aunque considerándolo mejor...¿Qué opciones tenía en su lugar?
Jean no paraba de gesticular con sus brazos temblorosos; producto del enojo, reclamándole cada cosa en la que en su nublada mente podía pensar.
Annie tocó con impaciencia el interior de su muñeca izquierda, sintiendo la aspereza de la llema de sus dedos. Casi imperceptiblemente uno de sus pies comenzó a golpear con la punta el duro suelo, algo que Armin no pasó por alto.
-- ¡Y nosotros somos los demonios!-- Jean era tomado de los brazos por Connie y Sasha, quienes evitaban que el chico se lanzara hacia Annie. Pero justo en ése momento la chica levantó sus brazos frente a su cuerpo, formando su característica posición de pelea.
Jean guardó silencio, siendo soltado lentamente por sus amigos y los presentes observaban expectantes aquella escena. Exhaló todo el aire que sus pulmones retenían antes de respirar hondo y avanzar.
Terminó envuelta en una pelea con un oponente que ni siquiera a la mitad de su nivel podía llegar. ¿cómo la situación había escalado tan rápido?
Connie trataba aún inútilmente de gritar a Jean que se detuviera, pero tercamente éste se levantaba con cada caída que Annie le provocaba, cegado por el rencor Jean tiró cada golpe con toda la fuerza que la adrenalina le brindaba, gracias a lo cual logró darle a Annie, quien al sentir el impacto en su rostro tensó tanto la mandíbula que su expresión se trasfiguró impresionantemente.
Retrocedió unos cuantos pasos y se plantó firme de nuevo, esperando el próximo movimiento de Jean. El joven gritó desesperadamente, tenía los ojos descolocados y gotas de sudor se deslizaban por sus sienes.
Por el rabillo del ojo Annie logró ver cómo Armin, Mikada y Eren llegaban junto con Levi y Hange, por lo que se preparó para dar el golpe final y acabar con aquel asunto.
Se sentía ridícula por primera vez en mucho tiempo, le temblaba el párpado izquierdo y los nervios alrededor de la comisura de sus labios se movían involuntariamente ante la tensión que le recorría el cuerpo. Tenía que acabar con aquel problema de una vez por todas, no le gustaba aquella sensación hormigueante en la espalda ni cómo los músculos de sus piernas se agarrotaban.
Sin embargo, algo con lo que no contó la rubia fue que Jean llevara consigo una pequeña daga, un puñal que fue incrustado en su estómago en el momento en que dirigía un puñetazo bajo al rostro.
Hubo un instante de silencio ante la sorpresa de todos, Annie agachó el rostro para comprobar si realmente le había apuñalado, al sentir el espeso líquido cubrir su uniforme se sujetó el abdomen alredor del objeto punzante, pequeñas lágrimas formándose en sus ojos debido al ardiente dolor de la piel desgarrada. Apretó la mandíbula con fuerza y arqueó el cuerpo hacia delante.
《Qué buena manera de empezar a adaptarse》 pensó con ironía.
Una risa acompañó el silencio, un sonido agonizante.
Antes de caer al suelo y que todo se convirtiera en negro logró escuchar la voz aterrada de Armin:
-- ¡Annie!--
《Y ahí está la señal para intervenir...》 Levi Ackerman negó con cansancio en un gesto vago 《Éstos niños son demasiado...》
Un descolocado Jean fue arrastrado por Connie mientras veía sus propias manos, incrédulo ante sus propias acciones.
¿Y Annie?
Annie fue cargada por Armin a una velocidad impresiomante, desmayada como se encontraba la prioridad era tratar con el puñal aún clavado y la sangre que emergía de la herida.
--¿No debería regenarse pronto con sus habilidades de titán...?-- Cuestionó Hange con curiosidad, siguiendo al rubio con prisa.
-- No si está demasiado débil, después de todo no hace mucho que ha despertado, ni siquiera se ha tranformado...-- Eren los siguió de cerca, hablando apresuradamente. Veía fijamente el rostro dormido de la chica, trayendo a su memoria los instantes en que la vio por última vez en el interior de las murallas. Apretó los puños con fuerza, tratando de pensar con claridad.
¿Y Mikasa?
Mikasa se encontraba aún en el lugar donde Annie había caído, con la mirada fija en donde pequeñas manchas de sangre se encontraban ya secándose.
Como rara vez sucedía:
Mikasa Ackerman se hallaba paralizada.
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Una Promesa~ (Mikannie)
Fanfic-Porque los recuerdos y las promesas es lo único que nos queda. Mikasa Ackerman y Annie Leonhart tienen recuerdos que crear y promesas por cumplir.