ROSE THORN
ᴇᴠᴇɴ ᴛʜᴇ ᴍᴏꜱᴛ ʙᴇᴀᴜᴛɪꜰᴜʟ ʀᴏꜱᴇꜱ ᴀʀᴇ ꜰᴜʟʟ ᴏꜰ ᴛʜᴏʀɴꜱ
ꕥ
✦ ╮ todos la subestimaron, la creyeron solo una cara bonita, una tonta princesa. nunca se dieron cuenta que era un dragón, una rosa llena de espinas.
pero cuando los dragones dancen y el...
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☁️ ·̩͙✧ C A P I T U L O V E I N T I T R E S
MEVANYA IBA en dirección a la habitación de Rhaena. No había tenido oportunidad de ver a la muchacha desde que volvió de Invernalia.
Tocó la puerta de la habitación dos veces, y por un largo momento no hubo respuesta. Tocó otra vez, y cuando de nuevo nadie contestó, entró con la preocupación quemándole la garganta.
—¡Rhae-!
La imagen de Rhaena en el suelo llorando mientras sostenía una concha de mar en las manos la tranquilizó tan solo por unos segundos, al ver que nadie se había escabullido para asesinarla, el corazón de Mevanya se calmó tan solo un segundo, después, reparó en la lágrimas y rostro enrojecido de la muchacha, y su corazón se apachurro en su pecho al ver la manera tan vulnerable en la que sostenía la concha en sus manos.
—Oh, Rhaena... —camino hacia ella y se sentó a un lado en el suelo, sosteniendo su rostro para limpiar las lágrimas que caían en silencio.
—Luke hizo esto para mí, ¿sabes? —Rhaena le mostró la concha marina tallada como un corazón, y Mevanya sintió cómo el suyo se rompía.
Ante la mención de Luke tuvo que tragarse sus lágrimas a la fuerza. Con su propio dolor, no había caído en cuenta de lo mucho que Rhaena debía estar sufriendo. Luke era su prometido, habían compartido juntos casi todas sus vidas, y aunque todavía eran jóvenes, Mevanya había visto lo mucho que se querían, y peor aún, algo que hacía que su corazón se apachurrará aún más; lo mucho que hubieran llegado a quererse, si tan solo hubieran tenido más tiempo.
Rhaena se veía tan inmersa en sus pensamientos que Mevanya no quiso interrumpirlos, simplemente quedándose a su lado mientras sobaba la espalda de la muchacha y esperaba a que esta se sintiera lista para hablar de nuevo.
—Estaba triste porque era el día del nombre de mi madre y la echaba de menos, así que Luke fue a la playa y se pasó horas buscando esto, lo talló él mismo, y me dijo que no debía estar triste, porque mi madre estaba en todos los rincones del mar, a mi lado todo el tiempo, dejándome estos regalitos para recordarme lo mucho que me amaba.
La morena empezó a sollozar, y Mevanya, por más que intentaba contener sus propias lágrimas, no lo logró en absoluto. Aquella historia sonaba exactamente como Lucerys, su sobrino con el corazón más grande y bondadoso.
—Oh, cariño.
Con un jadeo de aire entre sus lágrimas silenciosas, Mevanya se acercó a la muchacha y la envolvió en sus brazos con tanta fuerza como sintió que se le partía el corazón.
—Le echo de menos, Nya. Le echo mucho de menos. De verdad lo quería.
—Lo sé, y también sé que él también te quería, muchísimo.
